Contra el calor, caña y tapa fría

M.R. / Burgos

La Feria de Tapas de las Fiestas de San Pedro y San Pablo ha tenido un comienzo excelente en la que ya es la séptima edición de una de las iniciativas que más rápidamente han calado entre los burgaleses y que más han contribuido han transformar el paisaje urbano de las fiestas mayores.

El calor sofocante de este fin de semana ha contribuido al buen inicio de la Feria. Cuando el termómetro de la plaza de Santo Domingo marca, con números enormes, que se han alcanzado los 35 grados a la una de la tarde es obligado cumplir con la devoción gastronómica en un día en el que la celebración del Corpus retrasó un poco la llegada de burgaleses a las casetas de la Feria de Tapas.

En la edición de este año, el paso obligado está en las cuatro casetas que se han instalado en el paseo de Atapuerca, muy cerca del todavía inacabado Auditorio. Ayer, el calor recomendaba decantarse más por la tapa fría, bien acompañada por una caña fría. A elegir entre el boquerón en vinagre con espuma de plátano y especias, del Cabaret, el volcán de pulpo y langostinos (Bonchinche), el timbal de ahumados y piña (El Patatín del Cid), el Divorcio (Pecaditos) o las sardinillas sobre crujiente de cebolla con tomate raff en su tosta del Ojalata. Esta caseta se vio favorecida por la mejor zona de sombra durante la mañana, y en un día como el de ayer se agradecía. La plaza de Santo Domingo y la Plaza Mayor ofrecían también un buen ambiente a pesar de estar en plena solana. La ruta gastronómica de la Plaza de Santo Domingo ofrece paradas variadas e interesantes, como la caseta del Mesón del Cid, con su tapa fría Doña Elvira y la que, ni pintada, Doña Sol. La ventresca con cebolla caramelizada de la caseta del Callejón también merece una parada. Antes de ir a la Plaza Mayor, y como tampoco hay por qué seguir un orden concreto, se puede pasar por la plaza de la Libertad para probar cualquiera de las tapas de La Abadía, Las Veguillas o El Polvorilla, que siempre sorprende con sus propuestas.

Si se va a la Feria de Tapas, un lugar que no hay de que dejar de visitar es la plaza de España, donde se concentra el mayor número de casetas, junto con la Plaza Mayor, lo que permite variedad, aunque también es más complicado encontrar hueco para pedir. Siempre se puede optar por una tapa distinta, si se quiere cambiar la dinámica, en la caseta de Juarreño. Para concluir la jornada de tapeo se puede ir a la Plaza Mayor, donde el azar nos lleva a la caseta del bar Froilán, donde la tapa fría de puerro contrasta con el chipirón relleno. El sol sigue sin dar tregua, así que una buena alternativa es pedir la tapa y la bebida y refugiarse en los soportales para coger algo de aliento. 

La Feria de Tapas tiene la virtud de que ofrece cientos de posibilidades, así que lo que ayer no se pudo probar seguro que hoy sí. No hay que olvidarse de que hay casetas en la calle General Santocildes, la plaza de Alonso Martínez y en Gamonal la plaza de Roma. Será por días de fiesta.