El Correo de Burgos

Los marroquíes votan en Burgos la reforma de su Constitución

El espacio habilitado en el centro social Miguel de Cervantes, donde se ubica una de las 87 mesas electorales repartidas por España, abrirá también hoy

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Burgos

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L. B. / Burgos

Tres fotografías de Mohamed VI presiden la sala, vestida para la ocasión con dos grandes banderas, una marroquí y otra española, entrelazadas. Rematan la decoración un mapa y un cartel que recoge el agradecimiento del país vecino al Ayuntamiento de Burgos «por su colaboración apreciable en la organización del referéndum constitucional de julio de 2011».

Cuatro personas presiden la mesa electoral que ocupa este espacio del centro social Miguel de Cervantes, una de las 87 repartidas por ciudades de toda España en las que la comunidad marroquí podrá participar en el proceso de reforma de su Carta Magna. Hacerlo es sencillo. Tanto, como acudir a la urna más cercana -la de Burgos corresponde a quienes viven en la propia provincia y en las de León y Palencia, aunque cualquiera que esté de paso puede depositar su voto en ella-, identificarse y elegir entre la papeleta del sí a la nueva Constitución, de color blanco, y la papeleta del no a la reforma, de color azul.

Lo más habitual es que la elección se efectúe en las cabinas colocadas para tal fin. Una vez ubicado el color deseado en el sobre se procede a sumar el voto.

Eso sí, antes, un funcionario de la embajada revisa con una luz ultravioleta la mano del elector. Si no hay rastro de marca, todo en orden. Él mismo se encarga de ponerla con un sello y es entonces cuando el sobre se introduce en la urna.

Centenares de personas repitieron ayer estos pasos en las dependencias de Capiscol y otras tantas podrán hacerlo aún hoy pues los comicios, que en Marruecos se celebraron el pasado viernes, se prolongan en Burgos durante todo el fin de semana.

Uno de los que ya ha ejercido su derecho es Abderrahim Chahir. A sus 45 años lleva más de dos décadas fuera de su país, la mayor parte del tiempo en Burgos, donde trabaja en una empresa de limpieza.

No obstante, siente vivas sus raíces y considera una obligación participar en las decisiones que afectan a su tierra. Casado con una española y padre de dos hijos, Abderrahim estima que en Burgos están llamados a votar unos 400 paisanos suyos «a los que se sumarán todos los que estén por la zona, aunque sea de viaje», explica. Y es que en estas fechas suele haber mucho movimiento de ciudadanos marroquíes, tanto por causas laborales como por desplazamientos de regreso a su país en los meses de verano.

Esta posibilidad de votar en cualquiera de las urnas abiertas motiva la marca que se les coloca en la mano a los que ejercen su derecho. «Así no pueden hacerlo en dos sitios diferentes», indica Chahir.

Para él, la reforma constitucional en juego, que según los resultados provisionales ha recibido un apoyo masivo, «reforzará el carácter democrático del país y garantizará derechos como la libertad de expresión, significando un gran avance», comenta.

Él está contento con el respaldo generalizado a la propuesta, cree que la participación final será muy elevada también en España y se muestra partidario de «apoyar estas reformas porque están bien hechas en contra de lo que dicen grupos minoritarios que exigen un cambio radical acompañado incluso por el fin de la monarquía». «Eso no puede ser porque la gente de Marruecos está contenta con la labor del rey Mohamed VI y también muchos de los que vivimos fuera creemos que la monarquía es el pilar del país», añade.

Por lo que sabe, la consulta se está viviendo en su tierra con mucha tranquilidad, «sin ningún tipo de problemas y con mucha alegría».

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