El Correo de Burgos

Una calle para avivar la memoria

Los padres de Carlos Sáenz de Tejada descubrían ayer la placa que bautiza una céntrica vía en su honor, dos años después del atentado que segó la vida del joven

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Burgos

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L. B. / Burgos

Un aplauso. Un minuto de silencio. Rostros serios, emocionados. Y las lágrimas de una familia rota por el dolor. Dos años después del asesinato en Mallorca del guardia civil Carlos Sáenz de Tejada sus padres, sus dos hermanas, cuñados, otros allegados, compañeros, amigos y representantes de las instituciones locales se reunían para rendirle tributo.

La cita tenía lugar a los pies de la placa que desde ayer otorga su nombre a una nueva calle de la ciudad. Allí, tras una breve presentación en la que se recordaba el amor que este joven burgalés profesaba «a la patria y a sus semejantes», José Antonio Sáenz de Tejada descubrió el rótulo. Una sentida ovación acompañó este gesto.

Sobraban las palabras. Ya antes habían resonado, tras el Canon de Pachelbel, llamando a mantener viva la memoria del agente al que ETA arrebató la vida: «Su figura ha de servir de referente para generaciones venideras, pues murió representando unos valores humanos que es preciso preservar».

Tras guardar respetuoso silencio el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, se dirigió a los presentes y opinó que con este gesto se brindaba un «justo y obligado reconocimiento» a un paisano.

«Nos parecía oportuno completar otros homenajes como el que se celebró en el Teatro Principal con esta designación que hemos querido dar a una vía céntrica, que simbolizará para siempre el agradecimiento y el cariño de la ciudad hacia Carlos, un profesional que fue brutalmente asesinado simplemente por hacer su trabajo», explicó. Lacalle quiso extender el reconocimiento al resto de víctimas que sin resultar heridas se vieron afectadas también hace dos años por la bomba que la banda terrorista hacía explotar junto a la casa cuartel de la capital burgalesa.

La calle Carlos Sáenz de Tejada se encuentra en la nueva urbanización del solar que antaño ocupó la Flex, frente a la confluencia entre la avenida Cantabria y Reyes Católicos.

Carlos Sáenz de Tejada García tenía 28 años de edad cuando fue asesinado. Nació el 13 de noviembre de 1980, en la capital burgalesa, estaba soltero e ingresó en el Instituto Armado el 18 de febrero de 2008.

El agente llevaba un año destinado en Calviá, donde perdía la vida en acto de servicio. El Ayuntamiento nombraba al guardia civil Hijo Predilecto de la ciudad en febrero de 2010.

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