Los empleados de Urende votan este martes el plan de ajuste

/ BurgosEl futuro de los veintisiete empleos que mantiene la cadena de venta de electrodomésticos e informática Urende en su planta de Burgos es inicierto. Los delegados sindicales votan el próximo martes si los trabajadores aceptan o no la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) con una duración de 60 días que afecta a 450 de los 722 trabajadores que la compañía tiene repartidos en sus plantas.El proceso no finaliza ahí. Y es que, una vez concluida la suspensión temporal del empleo, el acuerdo que votaran los traajadores prevé la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que en principio y tal como propuso la empresa, afectaría a 450 empleados. El acuerdo en este supuesto prevé indemnizaciones de 25 días por año trabajado, con un máximo de 12 mensualidades, además de los 300 euros lineales mencionados con anterioridad.El acuerdo persigue que la compañía disponga de un ‘balón de oxígeno’ y gane tiempo con el objetivo de aprovechar una mejora en la situación de crisis por la que atraviesa. La previsión es que Urende se ahorre un millón en nóminas que no tendrá que abonar, aunque sí pagará las cotizaciones a la Seguridad Social de todos los empleados afectados por el ERTE.Pero quizás este proceso no afecte a la tienda de Burgos, ubicada en el Polígono de Pentasa, en las antiguas naves de Plastimetal. Fuentes sindicales informaron de que esta tienda podría formar parte de una venta a otra compañía del sector. El local es propiedad de Urende y la posibilidad de esa venta es real.La tienda de Burgos se mantiene entre las que Urende anunciaba su cierre. Las últimas negociaciones han modificado el planteamiento inicial de la empresa -planteó el cierre de 16 de las 22 que posee en toda España- pero sólo en aquellas tiendas en la comunidad andaluza. La empresa, para ahorrar en gastos de distribución, ha previsto que cinco de las tiendas que seguirán abiertas se ubican en Andalucía y una en Castilla-La Mancha.El acuerdo alcanzado entre empresa y sindicatos, a la espera de que se ratifique por los empleados, establece que los trabajadores incluidos en el ERE de extinción de empleo que se aplicará dentro de dos meses tras finalizar el ERTE recibirán una indemnización de 25 días por año trabajado -5 jornadas más que lo propuesto por la firma al principio- con un máximo de 12 mensualidades, además de una paga lineal de 300 euros. Los que hayan estado en el ERTE pero se reincorporen a sus puestos de trabajo recibirán 100 euros.Las fuentes sindicales consultadas por este periódico mantienen «dudas razonables» de que los trabajadores apoyen el acuerdo suscrito entre la empresa y los sindicatos. El obstáculo es el contenido del ERTE que se aplicaría. Los empleados de Burgos tampoco tendrían una salida a través de posibles traslados a otras tiendas. En su caso, y si se cierra la tienda burgalesa, sería engrosar las listas del paro.