Silos lleva a la calle los salmos en la ‘noche de los santos

J. C. R.  /  Burgos

La extraordinaria temperatura de Burgos en la noche de ayer fue la guinda de la jornada para celebrar la ‘noche de los santos’ burgaleses. La Diócesis enseñó a los peregrinos las virtudes de aquellos nacidos en esta tierra que están en los altares. Tres nombres ilustres y venerados por la Iglesia, dos de antaño, un tercero, un santo de nuestros días. Los dos primeros, San Lesmes, peregrino jacobeo y patrón de Burgos y Santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orede de Predicadores y del Rosario y patrón de la provincia. El último, San Rafael Arnáiz, recientemente canonizado y ejemplo de santidad para los jóvenes de hoy,  religioso trapense

Y como aditivo, los monjes más jóvenes de la Abadía de Silos entonaron en un emocionante gregoriano, los salmos para alabar a Dios entre parada y parada.

Antes había que reponer fuerzas y para ello, una modesta pero apetitosa cena. Dos bocadillos, uno de jamón, otro de tortilla, un zumo, una pieza de fruta y un botellín de agua.

Tres grupos de unos mil jóvenes y mayores cada uno se repartieron entre el patio del Seminario, el paseo de la Isla y la zona de La Merced junto a la orilla del río. Allí tomaron sus bocadillos y disfrutaron de la música de la guitarra y de los cánticos alegres de unos y otros.

Y para la jornada de mañana, las actividades se reparten en los diferentes arciprestazgos de la Diócesis. Así, por ejemplo, en Gamonal, los peregrinos, acompañados por sus familias de acogida y por los voluntarios visitarán la Catedral de la ciudad; comerán en las Veguillas y pasarán parte de la tarde en Fuentes Blancas con juegos recreativos y otras actividades.  También está previsto que realicen una visita a la Cartuja de Miraflores antes de cerrar la jornada y vivir, el domingo, otro intenso día en el que la convivencia y el buen humor son las banderas que enarbolan los jóvenes.