El Correo de Burgos

El Ayuntamiento baraja dos proyectos más baratos para construir el albergue juvenil

La dotación se podría acometer sin el parque de cuerdas y sin lago térmico por el elevado coste económico l Alrededor de 1,5 millones de euros separan al modelo más ambicioso del más modesto

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

Tres opciones. Eso es lo que baraja el Ayuntamiento de Burgos para la construcción del futuro albergue juvenil que se levantará frente a la Facultad de Humanidades. En función de la disponibilidad económica, que en estos tiempos lo decide casi todo, el equipo de Gobierno deberá decantarse por la alternativa más viable que permita afrontar un proyecto que, tras los comicios municipales de mayo, el alcalde definió como «prioritario». Así las cosas, habrá que decidir si se opta por la actuación más modesta, que costaría, como mucho, 2,5 millones de euros, si tirarse a la piscina y acometerlo en todo su esplendor, con un presupuesto que se elevaría hasta los 3,5 o 4 millones de euros, o apostar por una solución intermedia.

De este modo, sólo la idea de que el Ayuntamiento se plantee otras opciones distintas a la que inicialmente se diseñó ya da importantes pistas para deducir que el proyecto más ambicioso es complicado que se acometa. Eso sí, siempre cabrá la posibilidad de construir primero el edificio y dejar los extras (parque de cuerdas,  lago térmico con un géiser que dispare un chorro de agua...) para ejecutarlos más adelante y en otra fase posterior.

Otra alternativa que maneja el Consistorio es que prime la austeridad y olvidarse de construir el parque de ocio. Esta fórmula es la que más se adapta a lo que está dispuesto a gastar el Ayuntamiento pero, con un pequeño esfuerzo más, se podría llegar a una fórmula intermedia que, en este momento, es la que más probabilidades tiene de salir adelante. Aquí, la solución pasaría por construir el albergue y realizar, aunque sin grandes alardes, una pequeña porción de parque.

En cualquier caso, todo indica que la dotación ideada por el arquitecto burgalés, Rodrigo Pardilla, deberá sacrificar una parte de su tamaño. Y de forma inevitable hará que se pase de las 168 camas previstas inicialmente, a contar con alrededor de 100. Algo que, por otra parte, no es preocupante ya que la ampliación del edificio, de ser necesaria, no traería aparejada mayores complejidades.

Una vez que la Concejalía de Juventud pone estas tres opciones encima de la mesa, ahora la decisión queda en manos del alcalde y del área económica del Ayuntamiento. Y es que, deberán ser ellos los que dictaminen cuánto están dispuestos a gastarse en el albergue juvenil.

Del mismo modo, también habrá que esperar para conocer cuál será la fecha de inicio las obras. Y aquí, aunque desde la concejalía de Juventud piden que el albergue sea uno de los proyectos a impulsar en el corto plazo, lo cierto es que habrá que saber si la carga presupuestaria, con el Burgos Arena de por medio, lo permite.

Otra opción, que es perfectamente viable, es que el gasto se reparta en dos anualidades. Entre otras cosas, porque las obras, tras la demora que provocan los trámites administrativos, podrían empezar un año y acabar en el siguiente.

En cualquier caso, lo que también es cierto es que el alcalde ya indicó en su día que los proyectos más inminentes serían aquellos sobre los que ya se había avanzado. Lo que es lo mismo, las dos escuelas infantiles, el centro cívico de Gamonal Norte y el albergue juvenil.

Se trata, por tanto, de una dotación defendida con energía desde el Ayuntamiento ya que, a los atractivos de la ciudad, añade un mercado de turismo que no se está cubriendo. Un público joven, con recursos limitados que, en muchos casos, llegaría a la capital por excursiones de colegio o institutos, campamentos...

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