Los alumnos del Círculo Católico reciben clases sobre dos ruedas

Los libros, las letras y los números se han sustituido por cascos, bicicletas, conos y reflectantes en el Colegio del Círculo Católico. La Asociación de Padres y Madres del Colegio, dentro de los actos del centenario de la institución, han organizado el taller Pequeciclista en colaboración con la Fundación Mapfre. La actividad desarrollada con niños de Primaria permite que adquieran hábitos de seguridad vial cuando dirigen una bicicleta y conozcan un poco más los elementos que acompañan al que es su primer medio de transporte.

La actividad consiste en que «los niños tengan un contacto completo con la bici, que vean la historia, las necesidades y que sepan el equipamiento que debe llevar un ciclista y su bicicleta», afirma el responsable del Programa Infantil de Fundación Mapfre, Luis Galdón.

El taller se divide en una parte teórica en la que participan varios grupos a la vez mientras uno de ellos realiza la fase práctica de la actividad. En el taller teórico surgen las charlas y el interés por artilugios que conocen pero que no siempre distinguen para que se usan. Esta actividad les permite saber lo importante que es llevar casco o chaleco y cristales reflectantes en la bici. «El casco es algo que no lo ven, no lo usan y el tema de los reflectantes les sorprende bastante», afirma Galdón. Para lograr el interés de los niños, en función de la edad, se desarrollan actividades. Por ejemplo los niños más pequeños comprenden la importancia de los elementos reflectantes de la bici porque al realizar una foto sobre los mismos éstos se iluminan mucho y ven que es una forma de que un coche vea la bicicleta con más facilidad. «Otra cosa es lo del casco, ellos no lo ven necesario y es una de las deficiencias más grandes que hemos visto que tienen los chavales en todos los talleres que hacemos», puntualiza Luis Galdón.

También hay otros temas que les generan dudas y tiene que ver con la historia. El biciclo fue uno de los elementos que más interesó a los niños porque no entendían el porqué de una rueda tan grande y cómo podían subirse allí. Más o menos se fueron con las ideas claras de cómo arreglar los frenos y de tener cuidado con los pinchazos y sobretodo que en la bici también hay que tener en cuenta la seguridad. Y en la clase práctica un circuito les permitía realizar diferentes maniobras para conocer cómo señalizar las maniobras a la izquierda y a la derecha, el freno y cuestiones de seguridad. Una clase divertida que se incluye dentro de las actividades del centenario del centro.