Lacalle crea una comisión para escuchar las quejas ciudadanas

C. VELASCO / Burgos

Burgos es oficialmente desde el pasado mes de junio una 'gran ciudad', un régimen que obliga al equipo de Gobierno de Javier Lacalle a realizar algunos cambios. Entre las novedades que introduce esta ley está la creación de dos nuevos elementos en el área de Participación Ciudadana: por un lado el denominado Consejo de lo Social -cuyo reglamento se está ultimando desde Vicealcadía- y la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones -en la que está trabajando la sección que dirige María José Abajo-.

Ambos documentos deberán estar finalizados en las próximas semanas por lo que van muy avanzados, según manifiesta la concejal de Participación Ciudadana. Abajo, que sigue de cerca lo que se convertirá en esta comisión especial de quejas y sugerencias, explica que el Consistorio podrá, de esta forma, «regular los plazos y los procedimientos de respuesta para los ciudadanos». El objetivo de este órgano es recoger las reclamaciones de los ciudadanos tanto a nivel individual como grupal.

Sin embargo, la edil popular matiza que existe una serie de conceptos «que no pueden ser objeto de reclamación», y al respecto cita «los expedientes que están en curso». La comisión tratará de «recoger, agrupar y sintetizar esas reclamaciones y remitirlas al área oportuna para que el ciudadano pueda recibir la respuesta a sus demandas de la manera más rápida y eficaz», aclara la concejal de Participación Ciudadana.

Los burgaleses tienen por el momento otras vías por las que realizar sus reclamaciones. Abajo recuerda que «uno siempre puede hacer una aportación o solicitar una entrevista con el concejal encargado del área a través del registro municipal». Un mecanismo de contacto con el Ayuntamiento al que es necesario sumar el 010, el teléfono del Servicio de Avisos, Quejas y Sugerencias.

Así las cosas, esta comisión tratará de «unificar fuerzas y agilizar los trámites», ya que, en definitiva, se trata de «un órgano de control de la eficacia y la eficiencia de la Administración», subraya la también edil de Juventud. Abajo matiza que, pese al gran cambio que se produce en el área de Participación Ciudadana con la incorporación de Burgos a Ley de Grandes Ciudades, no está prevista «ninguna contratación adicional». En el trabajo de elaboración de los reglamentos de esta comisión el Consistorio burgalés ha tenido en cuenta el documento marco de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), aunque eso sí, «adaptado al tejido social y a las características de la capital». Paralelamente a la creación de esta comisión de Participación Ciudadana, el Consistorio está trabajando en la reforma del reglamento que rige esta sección.

 «En el nuevo documento se habla de una segunda generación, y es que, ya se da por hecho que existen fórmulas de participación individuales y colectivas, pero ahora hay que concienciar sobre esa participación a través de una programación detallada y un presupuesto para todos los años», explica Abajo. La meta que persigue está sección municipal no solo se centra en corregir «los errores manifiestos de ejecución y desarrollo del reglamento anterior», sino también en entrar de lleno «en la realidad social» de la capital burgalesa.

Consejo Social

Por su parte, el Consejo Social, que será una realidad también en los próximos meses, se encargará de constituirse como foro de diálogo y participación entre los diversos agentes que componen la ciudad. El vicealcade de Burgos, Ángel Ibáñez, encargado de supervisar el reglamento, señala que este consejo tratará de evaluar la planificación estratégica de la ciudad, sus grandes proyectos y su desarrollo social, cultural o económico.