Una primavera muy marinera

C. VELASCO / Burgos

Sonrientes, aunque en algún caso un poco tímidos, los modelos más jóvenes fueron los encargados de abrir la segunda jornada de la Pasarela de la moda de Castilla y León, que celebra su XV edición hasta hoy jueves en el hotel NH Palacio de la Merced de la capital burgalesa. Con polos, vestidos, pantalones e incluso bañadores con motivos marineros propios de la empresa burgalesa Trasluz, los niños lograron provocar desde el principio los aplausos de los asistentes.

Las rayas y las estrellas -marcadas en algodón y telas naturales- no son la única seña distintiva de esta firma de moda infantil. Hay muchas más, entre ellas, una línea de ropa con la que los niños pueden vestir un domingo y otra con la que los más pequeños no parecen serlo tanto ya que se explota el lado más femenino o masculino de cada uno de ellos.

Así, de los tonos azules, blancos y rojos de Trasluz la pasarela pasó a los tonos verdes, rosas o morados en vestidos de algodón de los vallisoletanos Rosalita Señoritas. Fieles a su estilo alegre y optimista, vestirán de cara a la próxima temporada primavera-verano 2012 a una niña con estampados florales y marítimos, cuadros y, sobre todo, colores vivos.

La línea marinera continuó durante la primera parte de la pasarela de ayer, ya que no solo los más pequeños vuelven 'a lo clásico'. La empresa vallisoletana Riverside desfiló por un lado con su línea de ropa más marinera con colores azules, rojos y crudos. Por el otro lado, sin embargo, no olvidó potenciar su parte más étnica con colores fuertes como morados y naranjas. Además, el verde siguió siendo protagonista en muchas de las prendas con las que vestirán a la mujer urbana de la próxima temporada, quien no solo tendrá en su armario vestidos sino también prendas de punto y trajes chaqueta. El toque más optimista de los desfiles llegó de la mano de Susana Escribano. Con su colección Pop Art la diseñadora leonesa quiso realizar un «canto a la alegría» al abandonar las tinieblas y el frío en el ambiente. De ahí que presentara vestidos de algodón, mezclas y poliéster. Ropa que, aunque ceñida al cuerpo, resulta fácil de llevar. Sin embargo, la seña de identidad de la firma se reflejó en un patronaje estudiado y en una cremallera dorada que decoró casi todas las prendas.