El Correo de Burgos

VISTA POR HOMICIDIO POR IMPRUDENCIA / Segunda sesión

Los testigos de la agresión a Aitor ofrecen versiones contradictorias

Mientras que una joven asegura que ella vio cómo los imputados le pegaban otra afirma que estuvo con ella dentro de un bar y que lo vieron tendido al salir

Burgos

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L. B. / Burgos

La segunda sesión del juicio contra los presuntos agresores de Aitor del Álamo, acusados de homicidio por imprudencia, permitía conocer más versiones de los testigos presenciales del incidente que tuvo lugar en la zona de Bernardas. Los relatos, no obstante, resultaron contradictorios entre sí y también con los escuchados en la primera parte de la vista, el pasado 3 de noviembre. La primera en declarar, la joven G.T., explicó cómo junto a su amigo, V.R., vio a Aitor tratar de mediar en la trifulca que los dos imputados, según precisó, mantenían con J.J.A., el testigo que el jueves se retractaba de su declaración inicial y negaba haber visto la agresión, como aseguró previamente en el Juzgado de Instrucción.

Por su parte, G.T. aseguraba ayer que contempló el forcejeo, que así lo definió, entre Alexandro I., Marian C. y el malogrado Aitor del Álamo a varios metros de distancia. Con todo, afirmó haber reconocido movimiento de pelea aunque no puñetazos. A preguntas de las partes, indicó que pudo oír un golpe «como de una caída» pues había poca gente en la calle.

La declaración de la siguiente testigo, E.M., sorprendió por varias razones. Primero por tachar de «mentira» la versión de J.J.A., quien afirmó que fue ella quien le contó lo sucedido ya que él se encontraba en un bar próximo, y en segundo lugar porque aseguró con rotundidad haber visto cómo los acusados pegaban Aitor hasta hacerlo caer al suelo. Este testimonio es contrario al que prestó en un primer momento. Entonces dijo ignorar lo que había ocurrido entre el fallecido y «los rumanos». Aunque los abogados insistieron en preguntar la causa de este cambio de versión, la testigo se limitó a insistir en que ayer decía lo que realmente vio.

La tercera citada como testigo presencial M.V.M. -que al igual que las dos anteriores se ocultó tras un biombo- contribuyó a 'complicar' el relato pues desdijo la versión de E.M. al aseverar que tanto ellas dos, como J.J.A., estuvieron varios minutos en un bar limpiando a este último la herida provocada supuestamente por los acusados (tampoco hubo unanimidad en cómo fue, si de un puñetazo o al golpearlo con un vaso) y que al salir los tres juntos sólo vieron al joven tendido en la carretera. Indicó que creyó ver que tanto Alexandro I. como Marian C. se encontraban cerca «mirando». «Parecía inconsciente. No estaba bien, abría los ojos y estaba aturdido. Se llevaba la mano a la nuca. Esperamos con él hasta que llegó la Policía, que le ofreció asistencia pero no la quiso. Lo único que nos dijo, literalmente, fue que esos le habían pegado», contó. M.V.M.

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