El Ayuntamiento mantendrá la ayuda a los programas Ain-Karem y Betania

L. B. / Burgos

El alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, se comprometía ayer con Cáritas Burgos a mantener el apoyo económico de los programas Betania y Ain Karem con los que la organización diocesana ayuda a mujeres en contexto de prostitución y a gestantes sin recursos, respectivamente. Lacalle lo anunció tras rubricar la prórroga de los convenios que financian estas actuaciones por valor de 60.000 euros. Por su parte, el director de Cáritas, Jesús Melchor González, trasladó su satisfacción y su agradecimiento por un respaldo que calificó como «inyección de moral» en una época en la que la entidad que representa «sufre cada día más por los avatares de las personas que peor lo están pasando».

Así, el regidor municipal subrayó que la partidas destinadas a estos fines esquivarán un recorte que sí ha afectado a otras. «Hemos decidido fijar la cantidad de años anteriores y la intención es que así sea también en 2013, aunque el presupuesto general del Ayuntamiento será inferior», indicó, por lo que en términos porcentuales esta ayuda ganará peso.

La adenda al convenio de colaboración suscrito entre la Administración local y Cáritas recoge que la primera aporta 41.977 euros en 2012 para el programa Betania y 19.320 euros para Ain-Karem. En ambos casos el documento rubricado ayer por el alcalde y González establece que un 70% se abonará de forma anticipada tras la adopción del acuerdo y el 30% restante una vez se apruebe la justificación de la cantidad subvencionada.

La edil de Mujer, Marisol Carrillo, remató el 'evento' con los datos de actividad de ambas iniciativas. Al respecto detalló que las Hermanas Adoratrices se encargan de Betania y lo plantean como apuesta doble por la mejora de la situación de las mujeres que se dedican a la prostitución en la provincia y por la sensibilización de toda la sociedad sobre lo que supone.

Señaló además que en 2011 se prestó atención a 101 personas, de las que más de la mitad, el 53% en concreto, eran nuevos expedientes.  «La mayoría, casi todas en realidad, son extranjeras, principalmente de países latinoamericanos y con especial frecuencia de Brasil», apuntó la concejal que dibujó el perfil elaborado por los profesionales y los voluntarios que trabajan en este programa: «Mujer inmigrante con una edad comprendida entre los 18 y los 35 años y una situación administrativa irregular. Ha venido engañada por redes de trata de blancas o mafias y presenta problemas psicológicos».

Carrillo ahondó también en la actividad de Ain-Karem, programa en el que Cáritas ha detectado un incremento de mujeres españolas a causa de la crisis económica. «Antes eran todas extranjeras y el año pasado de las 25 madres que pasaron por la casa de acogida, 9 eran de aquí», precisó. Además se atendió a 27 niños y niñas.

La casa de acogida cuenta con ocho habitaciones «que siempre están ocupadas», explicó González, y hay algún piso más que sirve de vivienda tutelada. «Nos apañamos como podemos», apostilló.