El Correo de Burgos

>RELIGIÓN Y TRADICIÓN / Procesión del Santísimo y Saltos del Tetín

Corpus Christi, a pie de calle a pesar de los chaparrones

La procesión por las calles del centro no se libró de la lluvia al igual que los tres Saltós del Tetín ante el alcalde

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Burgos

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N. E. / Burgos

El color blanco, los pétalos de rosa,  la liturgia, la carroza con el Santísimo, los danzantes, el Tetín Mayor, los timbales y los Gigantillos y Gigantones son algunos de los símbolos de la celebración del Corpus Christi en la capital burgalesa. Ninguno de ellos faltó en la cita de ayer que transcurrió en uno de esos perfectos días primaverales en los que a ratos sale el sol y al poco chispea, surge el viento y hasta cae algún que otro chaparrón para desesperación de quienes tienen que participar en la procesión.

La celebración del Corpus Christi tiñó de blanco las calles del centro histórico burgalés. Decenas de niños y niñas, que han hecho la Primera Comunión, a lo largo del pasado mes de mayo, vistieron de nuevo sus trajes para participar en este día de fervor religioso. Antes de este momento, las familias fueron llegando, poco a poco, a la plaza del Rey San Fernando para participar,  desde las 11.30 horas, en la misa estacional presidida por el Arzobispo Francisco Gil Hellín.

La mañana estuvo revuelta en cuanto a lo meteorológico, pero todo estaba preparado para que la misa se celebrase en el exterior de la Catedral y así fue. A pesar de que algún que otro momento, la amenaza de lluvia rondara las cabezas de las decenas de personas allí congregadas, tanto los celebrantes como los fieles aguantaron hasta el final de la misa.

El Arzobispo Gil Hellín recordó que ayer se celebraba el Día de la Caridad y animó a los asistentes a colaborar con Cáritas. De hecho, había varias mesas informativas sobre el trabajo que realiza esta ong de la Iglesia. Tras la celebración religiosa, comenzó, con el repicar de las campanas de la Catedral, la procesión con la carroza de plata del Santísimo que porta la santa custodia, que es la representación del 'cuerpo de Cristo', por las calles del centro de la capital. Comienza en la Calle de La Paloma para seguir por Cardenal Segura hasta la Plaza Mayor y después por la plaza Santa Domingo de Guzmán, Cid y Espolón, hasta llegar al Arco Santa María y, de nuevo, a la plaza del Rey San Fernando. Decenas de personas participaron en el recorrido, unos como público y otros procesionando.

Uno de los momentos más especiales es la bendición del Arzobispo desde el balcón del Ayuntamiento. La sagrada forma abandona por unos instantes la carroza para ser trasladada bajo palio hasta la puerta de la Casa Consistorial. Una vez en el interior del Ayuntamiento, el alcalde ejerce como anfitrión del Arzobispo para conducirle hasta el balcón desde donde bendice a las cientos de personas que se congregan ya a esa hora (pasadas las 13.00) en la céntrica plaza. En ese instante la lluvia hizo acto de presencia para acompañar la bendición. Apenas duró unos minutos, el tiempo en que se tarda en abrir y volver a cerrar el paraguas, y la procesión continuó su recorrido por Santo Domingo de Guzmán. La sagrada forma volvió a la carroza y se reemprendió la marcha con la presencia de las parroquias de la ciudad, la banda de música del Santísimo Sacramento, de la iglesia de San Cosme. En esta marcha, están presentes los niños de comunión, sus familias, los miembros del Cabildo de la Catedral e integrantes de la Corporación Provincial y Local. Entre estos últimos, procesionó el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, que toma protagonismo al finalizar la procesión y en el camino hacia el Ayuntamiento por la calle de La Paloma.

Los Danzantes de Burgos y el Tetín Mayor bailaron en este recorrido en el que se producen los tradicionales Saltos del Tetín frente al presidente de la Corporación Municipal.

El Tetín Mayor, ataviado con su traje azul y cola de caballo en la mano, inicia una carrera de unos veinte metros hacia el alcalde y a un metro de él se frena en seco, da un salto, se sujeta la montera de la cabeza y realiza una reverencia. El alcalde le responde con la misma reverencia y así se producen dos saltos más a lo largo de la calle La Paloma. Justo tras el primer salto, ayer, comenzó a llover, esta vez el chaparrón era algo más abundante, pero la Corporación municipal permaneció en sus puestos, así como los Danzantes y los timbaleros del Ayuntamiento. De esta manera, pasados por agua se realizaron los siguientes dos saltos y después los concejales y los Danzantes continuaron hasta el Ayuntamiento para refugiarse de la lluvia.

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