El acusado asegura que disparó a la víctima con la intención de asustarle

M. R. / Burgos

Carlos G.H., acusado de matar a Luis Sanmartín López, admitió en el juicio con jurado popular que comenzó ayer en el Palacio de Justicia que le disparó pero con «la intención de asustarle» y que en aquellos días «la cabeza la tenía loca». La Fiscalía le acusa de un delito de asesinato y pide 18 años de internamiento para un tratamiento psiquiátrico especializado, al considerar que tenía sus facultades mentales mermadas, mientras que la acusación pide 25 años de cárcel porque estima que era consciente de sus actos. La defensa, por contra, propone que quede bajo la custodia familiar y se someta a un tratamiento psiquiátrico durante dos años, ya que tenía afectada su capacidad intelectiva.

En su declaración, el acusado contó que aquel día, 12 de enero  de 2011, estaba en Quintana María. Fue en coche hasta el lugar donde estaba Luis, paró junto al quitamiedos y le acusó de haber matado a sus hermanos. La víctima, según su relato, le amenazó con una cachava, él se dirigió al maletero, sacó la escopeta, y la cargó mientras Luis se marchaba hacia una finca. La víctima debió tropezar y el acusado pegó dos tiros «al bulto, no miré por la mirilla». Después pegó un tercer tiro y se metió en el coche.

Negó que intentara atropellar con el coche a la víctima, aseguró que paró el coche junto al quitamiedos y que Luis estaba de pie detrás, fuera de la carretera. Es en ese momento en el que le acusó de haber envenenado a sus hermanos, «él dijo que no y levantó la cachava». El acusado insistió en que disparó sin apuntar y no vio caer a la víctima al suelo. Contó que se dirigió al puesto de la Guardia Civil de Medina de Pomar, donde dijo que había disparado a una persona. Según su testimonio, fue en el cuartel, una hora después de llegar, cuando se enteró de que Luis había muerto.