Mirar por sus ojos

BurgosBurgos les da una vista que su país no puede. El Sáhara no ofrece demasiadas oportunidades a unos niños que, a pesar de un entorno conflictivo y carente de medios de todo tipo, están medianamente bien cuidados. Su hogar es un campo que comparten con otros tantos refugiados que no conocen más que un mundo, desconocen lo que hay más alla de un charco llamado Mediterráneo. Se merecen un desarrollo visual y en su país no pueden acceder a revisiones que en el hemisferio norte son rutinarias.Pero un pequeño grupo de niños saharauis una vez al año, en verano, saltan el trecho que separa dos hemisferios muy distintos. Julio y agosto puede no ser tiempo suficiente para luchar contra dos enemigos, uno llamado pobreza y otro llamado guerra, pero aún así, las familias burgalesas que los acogen y las asociaciones, empresas, clínicas y fundaciones que participan, tratan que estos meses marquen un punto y aparte en la vida de los pequeños.Llegan a España y existen organizaciones que se vuleven sus amigos, la Asociación Burgalesa de Amigos del Pueblo Saharaui busca colaboradores y los encuentra. La Clínica Baviera es uno de ellos. Pasan revisión, una revisión completa cuyos resultados les hace tomar medidas. Bien pueden ser lentes correctoras, para lo que se apoyan en las ópticas Álvarez Atieza e Izamil que de forma gratuita ofrecen a los pequeños unas gafas que les permitirán ver un  poquito mejor el entorno que les rodea, aunque puede que no haya demasiadas bondades que mirar.