El Correo de Burgos

Los conductores de autobús temen perder entre 12 y 15 días de descanso

El comité de empresa intensifica las protestas antes de reunirse la mesa de negociación / Se debatirá en la reunión el incremento de la jornada laboral a 37,5 horas semanales

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

Empleados municipales para lo malo, pero también para lo bueno. La inminente aplicación del incremento de la jornada laboral a 37,5 horas semanales no ha hecho sino alimentar el enfado de buena parte de la plantilla de los conductores de autobús de la capital. Un gremio que se siente discriminado respecto a otros trabajadores públicos y que entiende que el Servicio de Accesibilidad y Transporte del Ayuntamiento de Burgos (Samyt) debería ser mucho más flexible y comprensivo con ellos en la aplicación del Real Decreto aprobado por el Gobierno central.

El presidente del comité de empresa, Luis Crisantos, expresó ayer su preocupación porque la dirección del Samyt pretenda disminuir las jornadas de descanso de los chófer. En un cálculo aproximado, apuntó que podrían perder «entre 12 y 15 días» libres. Algo que no ocurriría, por ejemplo, con los trabajadores de oficina del Ayuntamiento ya que aunque estos últimos tendrán que estar 2,5 horas más a la semana, lo harán prolongando su jornada y nunca, en ningún caso, perdiendo sus días de reposo. En cualquier caso, todo son aún suposiciones del comité ya que la mesa de negociación aún no se ha reunido. Previsiblemente lo hará la próxima semana.

De cualquier modo, esta es una de las razones por las que Crisantos afirmó convencido que los conductores de autobús «estamos en inferioridad de condiciones respecto a los derechos laborales de otros trabajadores municipales. No tenemos nada en contra de que se nos apliquen las leyes como a todo el mundo, pero también los beneficios», señaló antes de apuntar que las jornadas de trabajo de los chófer llegan, en ocasiones, hasta las 9 horas ininterrumpidas. Lo que es lo mismo, sin gozar del descanso que otros sí tienen, sin ir más lejos, para tomar café. «No queremos ser distintos a los demás, pero en ningún sentido», añadió.

Precisamente por esa jornada ininterrumpida, el presidente del comité de empresa pidió a los responsables del Samyt que «se tengan en cuenta las cuestiones específicas de nuestro trabajo» y que se valoren a la hora de negociar la ampliación de la jornada.

Otro de los asuntos de los que también se sirvió Crisantos para ejemplificar esa discriminación con otros trabajadores municipales fue el de reclamar unos servicios públicos para que los conductores puedan hacer sus necesidades sin el perjuicio económico que les supone acudir siempre a un establecimiento de hostelería. Y eso, «cuando lo hay. Porque hay en algunas zonas en las que no existen», recriminó.

Puestos de trabajo

Del mismo modo, el representante sindical insistió en la singularidad del trabajo que realizan los chóferes para indicar que las jornadas ya son lo suficientemente amplias. Y en este punto, ejemplificó que «ha habido importantes problemas de salud que se han diagnosticado por estrés» en el trabajo.

Con todo esto, el presidente del comité también expresó el temor de que el Samyt utilice las 37,5 horas semanales para provocar la salida de alguno de los interinos o de aquellos trabajadores de refuerzo que cubren bajas en el servicio. «Eso es lo que hemos temido desde el momento en que conocimos el Decreto».86  euros  al mes por no ir a desayunarJ. MAIQUES

Una de las diferencias que existen entre los conductores de autobús y la mayoría de los trabajadores públicos reside en que los chófer, por la idiosincracia de su trabajo, no pueden tomarse un tiempo para desayunar. Sin embargo, el Servicio de Movilidad y Transporte del Ayuntamiento de Burgos (Samyt) compensa a cada uno de estos trabajadores con 4,30 euros al día por no realizar ese parón en su jornada laboral.

Según fuentes del Samyt consultadas por este periódico, cada conductor de autobús cobra, de media, alrededor de 86 euros al mes por este concepto. Lo que significaría entre 774 y 817 euros al año por no desayunar. Lógicamente este cálculo se hace descontando del complemento los días de vacaciones.

Teniendo en cuenta que en el Samyt trabajan 156 conductores y 6 inspectores, el desembolso por el ayuno matinal de estos 162 empleados públicos le costaría al Ayuntamiento de Burgos 13.992 euros al mes. Al año, la cifra se elevaría hasta algo más de 153.000 euros.

Entre otros premios, los conductores de la red de autobuses urbanos de la capital, según las mismas fuentes, también están exento de pagar las vacunas de sus hijos cuando son pequeños

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