El Correo de Burgos

LABORAL

Morcillas La Paloma creará 12 puestos de trabajo con una inversión de 300.000 euros

La Fundación Aída y la Fundación Lesmes están detrás de este proyecto que consiste en una fábrica de elaboración de morcillas y en la apertura de una tienda

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Burgos

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N. E. / Burgos

Inversión de 300.000 euros, 12 puestos de trabajo en un año, nueva actividad empresarial de producción y venta de morcillas e inserción laboral para colectivos  desfavorecidos. Este conjunto de datos pertenece al proyecto empresarial Morcilla La Paloma de Burgos S.L., que van a poner en marcha, de forma inmediata, la Fundación Aída y la Fundación Lesmes.

Dentro de la tendencia de malas noticias económicas, se trata de una historia positiva relacionada con el espíritu emprendedor de esas de las que todavía surgen, cada vez, más de vez en cuando.

Este proyecto contempla la puesta en marcha de una nueva fábrica de producción morcillas en el polígono de Villalonquéjar, así como una tienda de venta al público en pleno centro de Burgos.

Aída y Lesmes, con amplia experiencia en la formación e inserción laboral de personas con alguna discapacidad o bien en riesgo de exclusión social, respectivamente, unen sus fuerzas para sacar este proyecto adelante, que también tiene un componente romántico.

En cuanto a este último, es Juan Carlos García, presidente de la Fundación Aída, quien explica que desde la desaparición de la tienda 'Ultramarinos La Paloma', en la calle La Paloma de la capital burgalesa hace dos años llevan dando vueltas a  su reapertura. Los propietarios de este establecimiento fabricaban morcillas de acuerdo a una receta artesanal que muchos burgaleses han echado en falta desde el cierre de esta tienda. Ahora, la dueña compartirá con los promotores de Morcilla La Paloma de Burgos sus secretos de elaboración y también supervisará durante unos meses el trabajo de producción para que las morcillas resultantes tengan la misma calidad que las que elaboraba y vendía en su establecimiento.

Los responsables de ambas fundaciones han visto en el sector agroalimentario una oportunidad de futuro laboral para los colectivos a los que representan. «La alimentación es una actividad con futuro y a la que nuestro colectivo se puede adaptar bien», opina García, que reconoce que «somos el eslabón más débil de la cadena, los últimos en encontrar trabajo cuando la economía va bien y los primeros a los que se despide en  época de crisis». Fundación Aída, que trabaja con personas con discapacidad, cuenta con gasolineras y centros de lavado de vehículos en los que, en la actualidad emplea a 47 personas con alguna discapacidad.

Por su parte, Raúl Totorica, gerente de la empresa de hogar y limpieza de Fundación Lesmes, que lucha por las personas en riesgo de exclusión, asegura que han querido dar el salto en sus empresas a la producción de un producto. «Hasta ahora los centros especiales de empleo y las empresas de inserción laboral están más relacionadas con el sector servicios y dependemos de que terceros nos contraten, ahora damos el salto a la actividad productiva», precisaba.

Financiación

Igual que otros emprendedores, la búsqueda de financiación está siendo una de las principales preocupaciones de cara a hacer realidad esta iniciativa. «Estamos en negociaciones, pero vemos que el proyecto está siendo bien acogido», aseguran desde Aída. Además, consideran importante embarcarse en nuevas aventuras empresariales en esta época de crisis ya que es cuando más destrucción de empleo ha habido y son muchas las personas que necesitan nuevas oportunidades.

La tienda en la calle La Paloma está bastante avanzada. La reforma del local está en marcha y los promotores calculan que podrán abrir las puertas en septiembre. Además de vender las morcillas que elaboren en su propia fábrica, pondrán en el mercado otros productos agroalimentarios de calidad de otros proveedores con los que están ultimando contactos.

Por otro lado, la actividad de fabricación puede demorarse hasta noviembre. Ya tienen solicitados los permisos de licencia ambiental para instalarse en una de las naves que tiene la Fundación Lesmes en Villalonquéjar y comenzar a funcionar como obrador. En cuanto tengan los permisos administrativos, tienen que iniciar un periodo de pruebas para alcanzar el producto de calidad que pretenden conseguir.

En el primer año de actividad empresarial esperan crear cuatro puestos de trabajo para personas con discapacidad, otros cuatro para personas en riesgo de exclusión social. Además, se crearán otros cuatro empleos relacionados con la actividad de administración del negocio y búsqueda de mercados fuera de las fronteras de Burgos.

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