Colocan contenedores ilegales de ropa y calzado

L. B. / Burgos

Los contenedores de ropa ilegales llegan a Burgos. Al menos uno de ellos luce desde la pasada semana en la calle Hermano Rafael junto al instalado por el Ayuntamiento para que los vecinos depositen los residuos orgánicos. También de color gris pero de menor tamaño, apenas un par de carteles indican que en él puede introducirse ropa y calzado en bolsas cerradas. Un número de teléfono móvil completa la información. Ni rastro del colectivo o de la empresa titular del recipiente.

Tampoco el Ayuntamiento tiene constancia de la procedencia de este contenedor o cualquier otro de similares características que pueda haber en la ciudad en la actualidad. «No están autorizados», sentencian desde el área de Medio Ambiente, donde llegan las peticiones para este tipo de recogida.

Reconocen que reciben bastantes solicitudes de empresas y agrupaciones de distinta naturaleza y de todo el país pero todas obtienen la misma respuesta negativa «porque en Burgos esta actividad está ya cubierta con la red de Cáritas, en pleno crecimiento además, y con los puntos limpios, que también admiten residuos textiles», explican.

Así, las circunstancias en las que ha aparecido el citado buzón hacen sospechar a los técnicos municipales de que se trate de un fraude. Estos timos proliferan en otras ciudades españolas. En la Comunidad de Madrid, de hecho, se retiran decenas de recipientes irregulares cada mes para evitar que empresas privadas se beneficien de las aportaciones de ropa usada de ciudadanos que creen estar colaborando con una iniciativa solidaria.

Poca luz sobre el origen del contenedor instalado en Burgos arrojan al otro lado del teléfono que figura en él, más allá de atribuir su propiedad a «una ONG de Albacete» que gestiona «un señor de Guinea Ecuatorial». La voz masculina que responde, sin identificarse, asegura que en la ciudad han colocado  dos contenedores pero no acierta a decir dónde están ubicados.