El pintado de los pasos de cebra se inicia hoy si la lluvia lo permite
El Ayuntamiento firmó ayer con API-Movilidad el contrato para los próximos cuatro años / Los trabajos se iniciarán en el G-3 y se priorizarán zonas escolares y sanitarias
J. MAIQUES / Burgos
Ya está todo listo para el repintado de los pasos de cebra de la ciudad. Una vez que el Ayuntamiento de Burgos y la adjudicataria API-Movilidad firmaron ayer el contrato de conservación de la señalización horizontal y vertical de la capital, los trabajadores de la empresa comenzarán hoy mismo en el barrio del G-3 con esta reclamada tarea que se ha hecho esperar alrededor de dos años. Eso sí, siempre que la lluvia no haga acto de presencia, tal y como explicaron ayer fuentes de la Concejalía de Ingeniería de Caminos y Obras.
Del mismo modo, el siguiente objetivo será pintar el entorno del Camino Mirabueno y Ruiz de Alarcón. Concretamente, la zona situada a la derecha de la autovía de Ronda en el sentido de entrada a la ciudad. Ambos espacios han sido marcados como prioritarios, al igual que el G-3, ya que ahí no se ha esparcido pintura desde hace dos años.
El cronograma continuará priorizando aquellos pasos de peatones en cuya proximidad se encuentren centros educativos o sanitarios. Lo que es lo mismo, los lugares en los que hay más transito de personas y por donde pasea la población que, estadísticamente, está más expuesta a sufrir un atropello (niños y mayores).
En cualquier caso, esto no quiere decir que se vaya a ir directamente de un colegio a otro o de un centro de salud a otro. Así, por citar un ejemplo, si los trabajadores de API-Movilidad acuden al barrio de San Pedro de la Fuente acudirán al colegio de Fuentecillas y a las inmediaciones del edificio sanitario de Los Cubos.
Asimismo, la adjudicataria también volcará sus primeros esfuerzos en pintar aquellas calles de la ciudad cuyo asfalto se ha renovado con la tradicional, y en esta ocasión exigua, campaña de aglomerado. Entre otras, la calle Concepción, Santa Clara o Santa Cruz que, con el nuevo firme, se han quedado con los pasos de cebra sin pintar.
Además de la ausencia de lluvia y de humedad, otro de los factores climáticos determinantes para poder proceder al pintado de la señalización horizontal es que la temperatura no baje de los seis grados. De ahí que para esa tarea se espere a que avance el día para garantizar su permanencia. Aunque depende del transito de vehículos y de personas, la duración suele ser de un mínimo de un año.
El Consistorio capitalino abonará por este servicio 335.000 euros al año. Este precio de adjudicación supone una rebaja del 21% respecto al fijado en la licitación (413.985 euros). El contrato establece una duración de cuatro años, a los que se pueden añadir otros dos más de prórroga.