El Correo de Burgos

La UTE de Urbaser acometerá las obras de ampliación de la depuradora por 41,4 millones

Acuanorte rechazará este lunes la oferta de Dragados al considerar que incurre en baja temeraria La adjudicación rebaja en 12,4 millones el presupuesto de licitación

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Burgos

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J. MAIQUES / Burgos

La Unión Temporal de Empresas  formada por Copasa, Dregemont, Socamex-Urbaser y Passavant será la encargada de realizar las obras de ampliación de la depuradora de Burgos por 41,4 millones de euros. Todo ello, según ha podido saber este periódico, como consecuencia de que la sociedad estatal Aguas de las Cuencas del Norte (Acuanorte) desestimará este lunes la oferta de Drace Infraestructuras y Dragados por considerar que ha incurrido en baja temeraria (en el momento de la apertura de las plicas se situó como la gran favorita para ganar el concurso).

Así las cosas, la oferta de la adjudicataria representa una rebaja de 12,4 millones de euros respecto al presupuesto base de licitación (53,8) y, lo que es lo mismo, supone una disminución del precio del 23%. Por otra parte, Urbaser, una de las empresas que integran la UTE que se encargará de las obras, es quien asume en la actualidad el mantenimiento de la instalación ubicada en Villalonquéjar.

Una de las consecuencias más relevantes de esta oferta, salvo que la letra pequeña diga lo contrario y no haya modificados que eleven el precio al final, será el 'ahorro' que le producirá a Aguas de Burgos. Y es que, si con el presupuesto de licitación a la empresa municipal le correspondía aportar 16,1 millones de euros, ahora con la adjudicación se reduciría a 12,4. Lo que significa que le costará a la ciudad 3,7 millones menos de lo estipulado en las bases.

Una de las peculiaridades de este concurso fue el hecho de que la licitación incluyera la contratación conjunta de la redacción del proyecto constructivo, la ejecución de las obras y la puesta en marcha de la infraestructura. Todo ello, con el fin de reducir los plazos al máximo ya que las obras deben estar finalizadas antes del 31 de diciembre de 2015. Más que nada, porque esa es la fecha de caducidad de los Fondos de Cohesión de la Unión Europea con los que se abonará el 70% de la obra. Aguas de Burgos, y en su defecto el Ayuntamiento como responsable subsidiario, aportarán el 30% restante. En este sentido, la importancia de cumplir con los plazos se antoja vital ya que todas  las certificaciones que no se cierren antes de esa fecha deberán ser afrontadas por el Consistorio.

Precisamente por esto, el pliego del concurso puntuó los tiempos de ejecución y estableció la obligación de que las obras se inicien antes del 30 de junio de 2013. De este modo, la UTE tendrá aproximadamente dos años y medio para dejar finiquitados los trabajos.

Sea como fuere, y a pesar de que ha habido que esperar más de diez años para hacer realidad un proyecto que ha sufrido incontables contratiempos, lo cierto es que este lunes se dará un nuevo paso adelante y estará un poco más cerca una infraestructura que, si bien no es tan visible como otras, es vital para el desarrollo futuro de la ciudad. De hecho, será muy difícil que en los próximos años exista un proyecto en la capital que precise de una inversión tan elevada.

Especialmente durante el último año y medio, la insistencia del Ayuntamiento con el Ministerio de Medio Ambiente (gobernado por el PSOE primero y por el PP después) ha sido constante con escritos y llamadas a los máximos responsables. Gestos con los que el Consistorio ha alertado en todo momento de la premura de los plazos. A partir de ahora ya solo falta que se cumplan los mismos para que no haya que lamentar ningún disgusto.

En este asunto, todas las fuerzas políticas han ido unidas de la mano en la defensa del proyecto de ampliación de la depuradora.

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