El Correo de Burgos

UNIVERSIDAD

La plantilla docente de la UBU cae en 32 personas en un año por los recortes

En octubre de 2011 el número de profesores de las distintas categorías era de 678, en las mismas fechas de este año son 646

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Burgos

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N. E. / Burgos

La Universidad de Burgos ha visto caer en el último año su plantilla de profesores en 32 personas, analizando datos de octubre de 2011 a octubre de 2012. El Real Decreto  emitido por el Gobierno de Mariano Rajoy que incrementó el número de horas de clase que puede dar un profesor universitario y los recortes en la partida para profesorado por parte de la Junta de Castilla y León son las razones por las que la Institución Académica burgalesa ha tenido que ajustar su plantilla a un nuevo escenario.

Concretamente, en octubre de 2011, la UBU contaba con 678 profesores, entre los que se encuentran los de las categorías de docente funcionario, contratados estables y asociados. Este año si se suman estas mismas categorías de profesorado el resultado es de 646 docentes. Sumados a esta cifra, hay que tener en cuenta a los profesores eméritos, que están jubilados pero imparten entre 90 y 180 horas de clase anuales aportando su experiencia de toda una vida en la docencia, y también al personal investigador, que este caso están centrados al 100% en esta tarea sin la obligación de impartir docencia.

13 eméritos

Este curso 2012 la UBU cuenta con 13 profesores eméritos, igual que en 2011, y con una plantilla de personal investigador que suma 49 personas (48 en 2011). En este último apartado se incluyen los contratos vinculados a proyectos de investigación, así como los becados con contratos Ramón y Cajal y Juan de la Cierva, entre otros. Sumando la totalidad de las categorías, en las que se incluye el personal que se contrata para cubrir bajas, el número de docentes en el presente curso sería de 743 personas, frente a las 764 que tenían contrato el pasado 2011.

Comparando las cifras de plantilla, se puede observar que entre la treintena de docentes menos con los que cuenta la Universidad de Burgos para impartir las clases este año, cuando se ha mantenido el número de alumnos con respecto al pasado curso, hay bajas en todas las categorías de profesorado. De tal manera, que la lucha de la UBU por aportar calidad a su plantilla acreditando catedráticos y profesores titulares está ahora mismo estancada a causa de las limitaciones presupuestarias. En las categorías de profesores funcionarios se han perdido a nueve personas, si bien en 2012 hay 36 catedráticos de universidad frente a los 31 de 2011.

Entre el personal contratado estable, el número ha crecido gracias a que hay más ayudantes. Se ha pasado de 14 en 2011 a 22 en este 2012. Ayudantes doctores se contabilizan 26 frente a 33 en 2012. Así, en cifras generales hay 126 contratos fijos frente a los 110 del pasado curso.

Los profesores asociados siguen siendo una parte importante de la plantilla docente, se trata de profesionales que se incorporan a las aulas para aportar, precisamente, esa experiencia en el mundo laboral. En octubre de este año se contabilizan 183 profesores asociados, mientras que en 2011 alcanzaban los 212. En términos globales en todos los centros hubo un centenar de docentes a los que no se renovó el contrato, pero después se convocaron medio centenar de plazas de asociados en aquellas titulaciones donde se preveía un incremento de alumnos.

El Real Decreto que incrementó el número de horas de clase que podían impartir los profesores universitarios aumentó globalmente un 6% en el caso de la Universidad de Burgos. Se pasó de poder impartir 14.486 créditos ECTS a 15.351 créditos ECTS y esto ha afectado, en definitiva, al número de docentes.

El vicerrector de Profesorado de la UBU, Alfredo Bol, asegura que tanto esta medida del Gobierno central como la disminución de la partida de personal es lo que ha condicionado el volumen de la plantilla. Según indica, la disminución de profesorado «nunca tiene aspectos positivos ya que se puede hablar de un deterioro global de las condiciones de trabajo de los docentes que se quedan en su puesto de trabajo». De hecho, como el resto de funcionarios públicos han visto como disminuían sus nóminas y se incrementaba la carga de trabajo. En este sentido, Bol destacaba que es el «compromiso» de los profesores con la docencia lo que permite que siga funcionando el sistema.

Las perspectivas no son mejores para el próximo curso en función de la tendencia que han seguido los recortes en el ámbito educativo en los últimos meses. Pero para conocer más detalles, habrá que esperar.

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