«Hay que eliminar las cláusulas abusivas de las hipotecas y explorar la dación en pago»

M. R. / BurgosEl presidente de la Audiencia Provincial considera que es desmesurada la aplicación de las tasas judiciales que ha aprobado el Gobierno porque atentan contra las clases medias. En su opinión, hay que ser más rigurosos en la aplicación de la justicia gratuita para evitar que haya «bolsas de fraude». Analiza el drama de los desahucios, explicando interpretaciones erróneas y aportando posibles soluciones. Respecto al movimiento profesional en contra de las reformas del Gobierno, señala que deben ser las asociaciones las que canalicen el diálogo._No hará huelga.Pregunta.- ¿La judicatura y la fiscalía se han plantado?Respuesta.-Es cierto que hay una sensibilidad dentro de la carrera en relación con las últimas reformas pero hay que hacer muchas distinciones. Una cosa es el estatuto orgánico de la carrera judicial que, efectivamente, hay una preocupación en tanto que todo colectivo ha de estarlo. Y otra diferente es toda la cuestión referente al poder judicial. Respecto al estatuto orgánico hay proyectos de ley sobre cuestiones internas de la carrera, pero lo que no hay, más allá de borradores, es sobre la reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que es lo verdaderamente importante. Los jueces por lo que estamos verdaderamente preocupados es por lo que constituye la esencia de nuestro trabajo que es la independencia y el CGPJ. Sobre eso, que yo sepa no hay ningún proyecto en el Parlamento. La preocupación fundamental es sobre lo que importa, la independencia judicial. Evidentemente, la carrera judicial está afectada por el tema de las tasas pero es una cuestión que afecta a otros colectivos.P.-Se han anunciado movilizaciones por parte de las asociaciones e incluso una huelgaR.-Creo que el juez no tiene derecho a la huelga como poder del Estado. Yo personalmente no voy a hacer huelga. Los poderes del Estado, para lo bueno y para lo malo, tienen unas líneas rojas que no pueden rebasar. Cosa distinta es que a través de las asociaciones, órganos de gobierno, decanatos, manifestemos preocupaciones, concentraciones, debates. Estoy de acuerdo y es bueno y necesario, pero creo que ese malestar tiene que canalizarse a través de las asociaciones profesionales. Y sólo cuando no existan esos canales de diálogo, se podrían estudiar otras posibilidades. Hoy por hoy, las asociaciones no deben romper los puentes de diálogo, sobre todo mientras no se sepa el contenido de la reforma legal del CGPJ porque afecta al núcleo de nuestra actividad.Sigue en la edición impresa