El Ayuntamiento acudirá al II Plan Montoro que ultima el Gobierno

J. MAIQUES / Burgos

El Ayuntamiento de Burgos, y con toda seguridad alguno más de la provincia y cientos e incluso miles de municipios de toda España, podrá acogerse al segundo Plan Montoro de ayuda a proveedores que ultima ya el Ejecutivo de Mariano Rajoy y cuya intención ya se ha trasladado con una circular interna desde la madrileña sede del PP en Génova hasta la delegación provincial de la calle Calzadas.

El alcalde, Javier Lacalle, avanzó ayer a este periódico que el Consistorio capitalino se sumará a este plan que encaja dentro de una serie de medidas entre las que también se incluye que aquellos ayuntamientos con una deuda viva inferior al 110% de los ingresos corrientes puedan acceder al crédito. Un requisito que con los anteriores parámetros, que fijaban el tope en el 75%, impedían a Burgos acudir a las entidades financieras en busca de préstamos. Todo ello aparece en un escrito firmado por el secretario ejecutivo de Política Local del PP, Manuel Cobo, y por el vicesecretario general de Política Autonómica y Local, Javier Arenas.

Sobre el primero de los asuntos, que fue acogido con buena aceptación por el regidor, aún falta que se desarrolle la letra pequeña para saber si se asemeja al anterior Plan en el que la Concejalía de Hacienda remitió más de 23 millones en facturas atrasadas. Así, entre las incógnitas a despejar está la de saber si los recibos que se remitan tendrán que ser del 2012 o si, al igual de lo que ha ocurrido este ejercicio, se pueden incluir otros anteriores. Del mismo modo, también habrá que conocer, junto al resto de detalles, el plazo para su devolución y los intereses que habrá que pagar.

Y es que, una de las evidencias que viene aparejada en esta medida es que aquí el Gobierno, si bien trata de ayudas a las empresas, no regala nada a las entidades locales. Los ayuntamientos deben devolver el dinero con unos intereses que en el caso del primer plan se aproximan al 6%. Cabe recordar que el Ayuntamiento deberá abonar solo en intereses y a lo largo de diez años entre siete u ocho millones de euros.

Por otra parte, en lo que respecta a la posibilidad que tendrá el Ayuntamiento de acceder al crédito, el alcalde indicó que el equipo de Gobierno no incluirá está posibilidad en el Presupuesto de 2013. Eso sí, tampoco descarta, si así se necesitara, echar mano a esta posibilidad a lo largo del año.

En cualquier caso, Lacalle sí avanzó que el Consistorio no utilizará está posibilidad para acometer grandes inversiones como la construcción, por citar un ejemplo, del Burgos Arena. Sea como fuere, la realidad es que si se decide realizar alguna actuación más modesta, el Ayuntamiento podría tirar de este fondo. Porque aunque el acceso al préstamo puede estar vinculado al gasto corriente, no habrá mayor problema en destinar más o menos dinero a esos capítulos para hacerlo cuadrar con los intereses del equipo de Gobierno.

Del mismo modo, el Gobierno también estudia «la posibilidad de poder aplicar el superávit presupuestario a otros fines, en relación a reducir el endeudamiento neto de los ayuntamientos».