Una de cada tres personas que va a Cáritas no tiene ningún ingreso

M. R. / Burgos

Cáritas Diocesana presentó ayer su campaña de Navidad centrada en la necesidad de cambiar el modelo de sociedad actual, apelando a la sencillez como esencia. El lema 'Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir' resume los objetivos que se persiguen con la iniciativa. El arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, explicó la necesidad de hacer una invitación a «vivir la caridad en las parroquias».

Algunos datos aportados por María Gutiérrez, coordinadora de Acción Social, indican la desesperada situación por la que atraviesan numerosas familias. Uno de cada tres usuarios de Cáritas durante este año ha agotado todos los recursos económicos y «no disponen de ingresos». Cada vez hay más personas nacionales que requieren la ayuda de Cáritas, un 49% del total. Y el perfil del demandante de apoyo también está cambiando. Suelen ser parejas de entre 30 y 45 años con hijos.

En el ámbito de la vivienda, la gran parte de las personas que acuden a Cáritas tienen miedo de perder su casa. En este sentido, plantean que es necesario adoptar soluciones urgentes de vivienda en alquiler social. «Entendemos que dado que existen tantas viviendas vacías, entidades e instituciones deben hacer un esfuerzo por sacar al mercado la vivienda en alquiler social». La aprobación de las tasas judiciales no llegan precisamente en un buen momento, ya que, según expresó María Gutiérrez, «implica un fuerte retraso en cuanto a los derechos de la ciudadanía y la equidad». El aumento de la exclusión social se pone de manifiesto en el hecho de que más del 20% de las personas que están en el albergue son de larga estancia (más de 30 días) ante la imposibilidad de ofrecerles una salida. Y en aquellos que encuentran una opción laboral sus condiciones de trabajo han empeorado de forma alarmante, en algunos casos trabajando en situación de «semiesclavitud». Los salarios son cada vez más bajos, con pagos de hasta tres euros la hora y jornadas laborales de siete días sin descanso.

A pesar de que en Cáritas no se pueden absorber todas las demandas de formación, a lo largo de esta año ya han sido 1.500 las personas que han participado en algunas de las actividades formativas. Óscar Moriana, responsable de Cáritas, explicó que en estas fechas se pueden demandar los servicios de la empresa de inserción 'El gusto de servirle', que cuenta en la actualidad con cinco contratos de inserción y tres educadores. Catering, comidas y toda clase de eventos forman parte de los servicios que ofrecen, así como servicios de carpintería y limpieza. Como novedad se ofrece un servicio de reciclaje y reutilización de ropa. En cuanto al servicio de intermediación laboral, de las cerca de 600 ofertas que han llegado se han tramitado entre 350 y 400.