El flamante hospital derivará a la privada 500 operaciones para atajar la espera
El objetivo es acabar 2013 con 5.500 pacientes pendientes. Concertar estas intervenciones permitirá salvar el cierre de parte del bloque quirúrgico en verano
L. B. / Burgos
El Hospital Universitario recurrirá a la sanidad privada para aligerar la lista de espera quirúrgica. El gerente del centro, Miguel Ángel Ortiz se marca como reto en este sentido cerrar el año con menos de 5.500 intervenciones pendientes. Estima que los recursos propios permitirán alcanzar las 6.000 por lo que las clínicas privadas se encargarán del medio millar de operaciones restantes.
La fórmula del concierto de procedimientos quirúrgicos no es nueva. Hasta el año pasado, de hecho, se utilizaba de forma preventiva, es decir, se apalabraba una cifra total de casos susceptibles de derivarse en caso de ser necesario y al final de cada ejercicio Sacyl pagaba por los que enviaba.
La Gerencia de Salud de Área de Burgos siempre ha mantenido que eran «pocas» las intervenciones que se realizaban por esta vía. Sin embargo, la escalada de la lista de espera en el último año, alimentada por el traslado a las nuevas instalaciones y la eliminación de las ‘peonadas’ -jornadas de tarde que se abonaban como horas extraordinarias-, obliga, según Ortiz, a utilizar esta vía.
Con todo, el gerente del Hospital Universitario asegura que las medidas de contención puestas en marcha ya en 2012 han dado sus frutos. Al respecto, destaca que gracias al incremento de la actividad que propicia el nuevo centro y la revisión de los protocolos de inclusión en listas de espera «hemos logrado frenar la demora, incluso recortar las cifras tal y como se podrá comprobar cuando se publiquen los datos del segundo trimestre», avanza.
Aclara además que la decisión de derivar intervenciones a centros privados permitirá mantener la tendencia a pesar del cierre de ocho quirófanos por obras este verano. «Implantar en esta época un plan de reactivación quirúrgica en horario de tarde iba a ser problemático y por eso preferimos externalizar algunos procesos y reforzar las plantillas con contratos de sustitución a algunos de los médicos residentes de los servicios de Traumatología, Otorrinolaringología, Plástica y Cirugía General, de tal forma que el tradicional descenso de la actividad estival en el hospital no sea tan notable», añade.Sigue en la edición impresa