El Correo de Burgos

>ACCIDENTES DE TRÁFICO / Mes y medio trágico en las carreteras

La mortalidad se dispara en 45 días con 10 fallecidos, los mismos que en el resto del año

El número de víctimas mortales en julio y agosto de 2013 está muy cerca del registrado en uno de los últimos veranos con más siniestros con fallecidos: el de 2010 con 15 muertos

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Burgos

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N. E. / BurgosEl verano suele ser la época de mayor siniestralidad en las carreteras de la provincia burgalesa. Este de 2013 está resultando casi tan trágico como el de 2010 cuando, entre el 1 de julio y el 31 de agosto, se contabilizaron 15 fallecidos. En el último mes y medio (ayer era 15 de agosto) se registraban ya 10 víctimas en diversos accidentes de tráfico, tantos como entre el 1 de enero y el 30 de junio de 2013. Se ha disparado la accidentalidad en los últimos 45 días.Los datos facilitados por la Delegación del Gobierno en Castilla y León indicaban que en los seis primeros meses del presente año hubo diez accidentes mortales con una decena de fallecidos. Esa cifra hacía pensar en que se mantenía la tónica de 2012 cuando se contabilizaban en esos mismos seis primeros meses del año un total de nueve víctimas mortales en la carretera. Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos en estas semanas de julio y agosto presenta una nueva realidad en lo que va de 2013. Así, en julio hubo seis muertos en diversos accidentes y sólo en los primeros 15 días de agosto, con el fatídico domingo del 10 de agosto, otros cuatro. Mientras, en julio y agosto de 2012 se registraron cinco fallecidos en percances de tráfico y tres de ellos ocurrieron en la N-I.De esta manera, el total de fallecidos en lo que va de año alcanza hasta ahora los 22 por lo que ya se ha superado el número total de víctimas con el que se cerraba 2012, que fueron 18. El pasado año en los primeros seis meses se contabilizan nueve fallecidos y en los seis siguientes se registraron otros nueve por lo que el resultado final fue el antes citado (18 fallecidos). Es cierto que el 2012 la siniestralidad bajó con respecto a los años anteriores, pero los datos indican que este 2013 no será igual de positivo ya que ya hay dos víctimas mortales más que en todo el 2012 y sólo es 15 de agosto.Entre los últimos veranos con más siniestros hay que remontarse a 2010 cuando, en apenas los meses de julio y agosto, hubo 15 víctimas mortales. La cifra de fallecidos en  2011 en las carreteras de la provincia en esos dos meses del año fue de seis personas y en 2012 fueron cinco los muertos en el mismo periodo.Operación 15 agostoHoy viernes continúa la operación especial de tráfico, con motivo de la festividad del 15 de agosto, que se prolonga hasta el próximo domingo. En estos cuatro días se espera que circulen por las carreteras de la provincia un total de 190.000 vehículos. Los responsables de la DGT en Burgos calculaban mayor afluencia en las carreteras en este 2013 con respecto a 2012, en unos 20.000 vehículos más, ya que el pasado año la festividad cayó en miércoles, menos próxima, por tanto, al fin de semana.El tipo de desplazamiento en estos días se considera mixto, con una parte de trayectos de largo recorrido y otra, también importante, de corto recorrido entre los pueblos que están en fiestas en la provincia.Durante la Operación Especial,  que comenzaba el pasado miércoles, a las 15.00 horas, se intensificará la vigilancia por parte de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil en aquellas carreteras  de la provincia en las que se prevé una mayor afluencia.Controles de velocidadLa Dirección General de Tráfico va a llevar a cabo también durante la próxima semana, del 19 al 25 de agosto, una nueva campaña de control de velocidad, especialmente en carreteras convencionales y en vías urbanas.La DGT considera que la incidencia negativa que tiene la velocidad inadecuada no sólo ocasiona gran número de accidentes mortales, sino que afecta al medio ambiente, la calidad de vida y el consumo de combustible. En zonas urbanas, la velocidad es igualmente determinante por cuanto aumenta considerablemente el riesgo de muerte de un peatón tras ser atropellado por lo que las autoridades recomiendan siempre la prudencia.

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