Parque del Vena: La arteria verde que cruza Burgos

C. MORENO / BurgosEs el fiel reflejo del devenir de Burgos. A medida que la ciudad crecía y establecía nuevos límites surgía un nuevo parque en una urbe donde el verde es imperativo.Aflora cosido al cauce del Vena y de él adquiere el nombre. Desde que lame las orillas de la periferia, allá por Villímar, hasta que enlaza sus aguas con las del Arlanzón, frente al Museo de la Evolución, asemeja a una cicatriz verde que atraviesa la ciudad y convierte en paseo lo que antes era una orilla degradada. El Vena no se ha ido adaptando a los nuevos tiempos. Ha sido Burgos la que ha ido acomodando su expansión al cauce fluvial que se encaprichó de la ciudad y fue horadando el camino hasta ver reflejadas en sus aguas las agujas de la Catedral y el arco de San Juan. Como toda amante que se precie, la capital fue adaptándose al río, cubriéndole de verde y mejorando su aspecto. La gran transformación de la que nació el parque lineal del Vena arrancó en 2003. La intervención para convertir un riachuelo en un gran paseo requirió una inversión de más de 5 millones de euros. Aunque la recuperación aún tiene fases pendientes, como reconoce la concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, ya se percibe la mejora acometida. Lo que resta, dos fases de las seis en que se dividió el proyecto, serán de inminente ejecución.