‘Mayday’ en plena autopista
Un fallo mecánico obliga a una avioneta a aterrizar en la AP-1 sin causar incidentes
L. B. / Burgos
La AP-1 se convirtió ayer en pista de aterrizaje improvisada. Un fallo mecánico tuvo la culpa, el que obligó a los dos ocupantes de la avioneta modelo Cesna 150 a utilizar el carril de esta vía de peaje, en el kilómetro 21, a la altura del municipio de Monasterio de Rodilla, como aparcamiento forzoso. La pericia del piloto, eso sí, evitó males mayores y su maniobra solo provocaba el estupor de los pocos conductores que pasaban por ese punto a las 14 horas, momento en el que la aeronave tomaba tierra. Tras aterrizar, los ocupantes salían del aparato ilesos y ellos mismos se encargaban de alertar de lo sucedido al Servicio de Emergencias.No obstante, algún conductor testigo de la maniobra ya había dado cuenta de lo sucedido. Minutos después se personaban en el lugar del singular suceso efectivos de la Guardia Civil que, junto al personal de Europistas, empresa concesionaria de la autopista, señalizaban la zona «como cuando se avería un vehículo cualquiera», explicaba el responsable de mantenimiento, Juan Carlos Orihuel. Al parecer, tras detectar el problema mecánico, el piloto sobrevoló la zona para localizar el mejor punto en el que detener la avioneta. Una vez posicionada sobre el tramo en el que finalmente aterrizó aguardó a que no pasara ningún coche por la vía para posarse. Lo hizo en el carril derecho en sentido Burgos y en un punto con espacio suficiente en el arcén, ya que además era el inicio de una pendiente leve que contaba con un tercera vía para vehículos pesados, lo que permitió que la operación apenas afectara al tráfico. De hecho, la circulación no llegó a detenerse en ningún momento y el rumor inicial de retenciones en la AP-1 resultó ser un bulo. «La verdad es que solo un ala entraba un poco en el carril derecho. El tráfico no se ha visto afectado en ningún momento y el aterrizaje no ha causado ningún desperfecto material», subrayaba Orihuel. Con todo, fueron muchos los vehículos que redujeron la velocidad a su paso por el lugar del aterrizaje. Y es que ver una aeronave en la cuneta de la autopista es una estampa, como poco, llamativa. La Guardia Civil tomó declaración a las dos personas que viajaban en la aeronave, ambos de la escuela de pilotos FlyBai de Bilbao. Sin embargo, no habrá multa ya que en primer lugar el ‘estacionamiento’ estuvo motivado por un fallo mecánico que requería una solución de emergencia y, además, la maniobra fue la adecuada, por lo que la seguridad vial no corrió riesgo alguno. Lo cierto es que, según confirmaron fuentes de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea a este periódico, la reacción del piloto fue «perfecta». Reconocían que es frecuente, «aunque no habitual», que una avioneta deba detenerse por sufrir algún incidente mecánico. Lo inusual fue el lugar elegido por la que ayer tomó pista en la AP-1. Sin embargo, desde este organismo dependiente del Ministerio de Fomento señalaron que corresponde al piloto decidir qué punto es el adecuado para aterrizar siempre que con la maniobra no se ponga en riesgo a los ocupantes y a terceros. Si bien, en primer lugar, la persona que esté a los mandos de la nave tiene que optar por un aeródromo o un aeropuerto próximo, en caso de que estas instalaciones se encuentren a demasiada distancia de su ubicación cualquier superficie puede ejercer de pista improvisada. Indicaron además que aunque pueden utilizar los sistemas de comunicación con los que cuentan todas las aeronaves para solicitar ayuda o informar de la situación, pero no es obligatorio porque lo principal es «actuar». Así fue. Curiosamente, resultaba mucho más complicado enviar el aparato en cuestión de vuelta a Bilbao cargado por una grúa. Las labores de desmontaje y los trámites administrativos se prolongaron durante toda la tarde de ayer.