Exaltación del tricornio

L. B. / Burgos

El sol lucía y los tricornios, pulidos para la ocasión, brillaban como merece el día del Pilar. La casa cuartel, esa que renació hace demasiado poco de un intento de masacre, albergó ayer el acto institucional que remataba dos semanas de eventos para festejar a la patrona.

Familiares de los agentes y representantes de distintos ámbitos de la sociedad burgalesa abarrotaron esta tradicional cita dedicada, sobre todo, a reconocer méritos.

Así, izada la bandera y supervisada la formación por el subdelegado del Gobierno, José María Arribas, el general comandante militar, Miguel Alcañíz y el teniente coronel jefe de la Comandancia, Miguel Salom, arrancaba el reparto de condecoraciones.

Hubo para muchos, la mayoría agentes distinguidos por su buen hacer. A ellos se sumaron, como receptores de una insignia, parte de los civiles que ocupaban las sillas reservadas a autoridades. El excalcalde Juan Carlos Aparicio, en calidad de presidente de la comisión de Interior en el Congreso, puesto que abandonaba recientemente; la diputada Gema Conde, concejal de Seguridad Ciudadana cuando la casa cuartel sufrió el atentado terrorista; y el presidente de la Diputación, César Rico, entre otros, formaron parte de una larga lista.

Con todo, el momento novedoso lo protagonizó precisamente el tricornio. Y es que por primera vez se hacía entrega de este elemento característico de la Benemérita a un ciudadano que, en opinión de la Comandancia, encarna los valores que el sombrero representa: «Tradición, vocación de servicio a la sociedad, lealtad, sacrificio, disciplina, respeto...». El senador y exdelegado de la Junta, Jaime Mateu, obtuvo tal galardón.

Pusieron el broche al evento las palabras del teniente coronel Miguel Salom, para celebrar el descenso progresivo de los índices de delincuencia en la provincia y recordar que la partida económica para mantener el despliegue de la Guardia Civil en la provincia es insuficiente, y las del subdelegado del Gobierno, José María Arribas, seguidas por el homenaje a los caídos, que emocionó especialmente a los familiares de Carlos Sáenz de Tejada, guardia civil burgalés asesinado por ETA.