Alimentos y libros solidarios

N. E. / BurgosEl Banco de Alimentos recibió ayer una nueva aportación de 508 kilos de productos, entre los que destacan una buena cantidad para higiene personal. Esta vez ha sido la comunidad universitaria de la UBU, a través de la iniciativa de ‘Libro x kilo’, la que ha hecho posible este nuevo ingreso en el banco de la solidaridad. La Biblioteca central, el Centro de Cooperación y Acción Solidaria y el Consejo de Alumnos han sido los impulsores de esta acción novedosa, que nace con la idea de que tenga continuidad en los próximos meses.El director de la biblioteca, Fernando Martín, realizaba un balance positivo ya que se ha conseguido el doble objetivo propuesto. «Por un lado, hemos hecho un intercambio de libros, fomentando la lectura y la cultura, y, por otro, hemos vinculado esta iniciativa a un proyecto solidario relacionado con la recogida de alimentos», comentaba.Durante todo el mes de septiembre, los universitarios han ido depositando en su biblioteca aquellos libros que, por distintas circunstancias, ya no les eran útiles. En total, entre libros y material audiovisual, se ha logrado reunir 1.500 ejemplares, de los cuales cerca de 1.000 tendrán una «nueva vida en manos de nuevos lectores». Aquellos universitarios que querían retirar uno de estos libros, antes donados, lo que tenía que hacer era depositar alimentos o productos de higiene personal para el Banco de Alimentos.Martín explicaba que el material de estudio y lectura que se ha quedado en la UBU, va a tener también una segunda oportunidad, ya que diversas asociaciones como La Rueda, Burgos Acoge y el Banco del Tiempo se han interesado por esos ejemplares. «La vida de los libros entregados no termina aquí porque todas estas asociaciones también van a hacer uso de ellos», comentaba el director de la biblioteca durante la entrega de los productos reunidos al Banco de Alimentos.Nuevas edicionesDesde la Universidad de Burgos, precisan que están abiertos a que esta iniciativa tenga nuevas ediciones. También comentaban que es interesante desligar las acciones solidarias de otras épocas del año, como las navidades, donde son más habituales, ya que «el año tiene 365 días y la solidaridad no podemos circunscribirla a un solo mes, sino que debemos repartirla porque las necesidades no entienden de calendarios».Por su parte, la responsable del Centro de Cooperación Solidaria, Asunción Cifuentes, recordaba que la UBU cuenta con una amplia trayectoria de iniciativas de este tipo como la recogida de alimentos, aunque en esta ocasión, ha tenido el valor añadido de intercambiar libros. «La respuesta ha sido buena, pero quizá podría haber sido mejor porque la comunidad universitaria es muy amplia», recordaba esta profesora, que espera que si hay nuevas ediciones la repercusión llegue a ser mayor.Cifuentes hizo hincapié en ese llamamiento que se realizó desde el banco de alimentos para que se aportaran productos de higiene personal. «No es un lujo, es una necesidad primordial ya que si un niño o una niña no está bien aseado ni siquiera puede ir al colegio y creo que la gente ha comprendido esta necesidad como se puede ver en el conjunto de productos reunidos», destacó.