El Correo de Burgos

DÍA DE TODOS LOS SANTOS

Memoria viva

Los burgaleses cumplen con la tradición y llenan de flores el cementerio San José

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

L. B. / Burgos

Paz cruza la puerta del cementerio San José minutos antes de que el reloj marque las 11 de la mañana. Cada 1 de noviembre desde hace décadas enfila el paseo central, camino de la tumba en la que descansan sus padres, en el patio de San Alberto. Lleva flores rojas y blancas y una bolsa con algunas piedras, que colocará disimuladas para sujetar el ramo. Pasa junto a la capilla, sin darse cuenta de que su fachada reluce, fruto de la minuciosa limpieza a la que se ha sometido a sus 90 años de vida. Paz tiene 84 y no falta a la cita de Todos los Santos. Se dirige a paso ligero hacia el monumento en recuerdo de Félix Rodríguez de la Fuente, cruce de caminos del camposanto burgalés.

Contempla los panteones con vistas a la calle principal y alaba en voz alta la elegancia de las construcciones, algunas centenarias como el propio recinto. Familias gitanas al completo rinden tributo a sus difuntos en algunos de los mausoleos.

Lo mismo hace Paz pero unos metros más adelante, frente a una sencilla sepultura de mármol blanco. Está impoluta. De eso se encargó ella hace unos días. Hoy toca darle un toque de color. Posa el ramo con mimo y reza una oración al Cristo crucificado que preside el espacio.

Emprende el camino de vuelta con la sensación del deber cumplido. La tradición pesa. Mientras regresa se cruza con cientos de burgaleses que ‘sucumben’ a ella. Y es que el cementerio es un hervidero, una suerte de Paseo del Espolón, con niños que corretean y corrillos fruto de encuentros fortuitos. Otros tantos, sin embargo, se adelantaron a la cita festiva en vista del manto florido que ya cubre buena parte el cementerio.

«Por lo menos no llueve», comenta Paz mientras mira de reojo a un cielo en el que el sol se asoma tímido y ayuda a sobrellevar el frío que marca el calendario. Más información en edición impresa

tracking