Historias que llegan en patera

C. MORENO / BurgosAnne Laure sueña con retornar un día a Costa de Marfil, país que abandonó hace ocho años huyendo de una guerra fratricida que ha cubierto de sangre y cadáveres este pequeño país africano. Y no quiere regresar como los vencidos, sino como la triunfadora que es desde que se asentó en Burgos. Imagina una academia de peluquería para enseñar a quienes no pudieron aprender el oficio.El sueño de Anne forma parte de un documental rodado en Burgos para mostrar quiénes son los inmigrantes que residen en la ciudad, cuáles son sus problemas, sus aspiraciones y cómo se han integrado en el día a día de una capital en la que conviven más de 17.000 personas de 111 países diferentes.Son seis historias de lucha y superación, de nostalgia y arraigo. Anne, que eligió Burgos para estar cerca de su hermana, regala el relato de su vida para derribar prejuicios y mostrar cómo los inmigrantes se integran pese a que el rechazo hacia lo diferente aún persiste.La microhistoria de esta mujer de Costa de Marfil y residente en Burgos desde hace ocho años se presentó ayer prologando una campaña de ámbito nacional que celebra el día internacional del Migrante. Junto a ella asoman los relatos de otros cuatro hombres y una mujer procedentes de Senegal, Rumanía, India, Mauritania y España que conforman el documental ‘historias escondidas’.Cada uno desvela ante la cámara de donde viene, qué le llevó a instalarse en Burgos, cómo es su día a día, a qué se dedica y porqué espera poder regresar a su país.Ellos han expuesto su vida y sus anhelos y Aitor de la Cámara se colocó tras el visor para captar cada detalle de seis relatos que desvelan cómo la interculturalidad enriquece al tiempo que busca acabar con falsos estereotipos que etiquetan en falso a los inmigrantes. «Quiero mostrar que no todas las africanas somos prostitutas», confesó claramente Anne durante su intervención.