Cuchillos en alto para ser Top Chef

MARTA CASADO / Burgos

Antonio Arrabal ya avanzaba a este periódico en septiembre que la cocina de Burgos iba a quedar en muy buen lugar en el programa que empezaba a emitir en octubre Antena3. Hoy Top Chef es el programa de entretenimiento más visto (3,4 millones de espectadores) y vive su gran final. En el último programa tres mosqueteros con los cuchillos en alto se medirán en buena lid. Miguel Cobo, Antonio Arrabal y Begoña Rodrigo. Entre estos tres amigos se encuentra el primer Top Chef España.

La primera prueba, conseguir cerrar con éxito un plato iniciado por los miembros del jurado (Alberto Chicote, Susi Díaz y Ángel León). Ahí caerá el primero de los finalistas. Después habrá que agasajar con un buen plato a comensales especiales. El jurado que decidirá el ganador de la final estará formado por un plantel de cocineros de renombre. El tiempo siempre correrá en su contra, como lo ha hecho todo el programa. Una tensión que les ha hecho perder peso. Dicen los concursantes que la grabación, en agosto, fue muy dura. Antonio Arrabal asegura que fue especialmente difícil porque «de lunes a viernes teníamos la presión del concurso y los fines de semana venía al hotel a dar bodas. Ha sido duro y sacrificado». Aún así asegura estar tremendamente contento con el resultado. «El objetivo era llegar a la final» al que añade un punto más de satisfacción el poder hacerlo con «gente a la que aprecias, con la que has compartido todo el concurso... estoy muy contento». En la misma línea se expresa ante el reto Miguel Cobo que afronta «con compañerismo porque es fantástico estar juntos pero es una competición y también hay que luchar por llegar a ser el Top Chef». Durante la grabación reconoce haber perdido 9 kilos y eliminar cualquier reloj de su cocina.

La popularidad abruma pero reconforta. «La gente te da mucho cariño» reconoce Miguel quien se dice emocionado por una carta de un niño de 9 años que «me envió una postal que decía ‘al mejor cocinero del mundo’ con un dibujo de las cocinas de Top Chef y yo ahí cocinando». Para Antonio aún es un apuro que le paren por la calle y le pidan fotos pero «es una recompensa al trabajo duro». Entre las anécdotas más curiosas está un envío especial. «Una señora me mandó un libro de verduras al hotel dedicado para mí, diciendo que era mi mayor fan y que le echara un vistazo porque le gustaba mucho cómo cocinaba».

Audiencias récord en la región

La larga trayectoria, los 12 capítulos del programa, de ambos cocineros, que realizan su labor diaria en el restaurante del Hotel Abba y en el Valles en Briviesca, se ha seguido con intensidad por sus paisanos. La buena evolución de los datos en Burgos permiten situar las audiencias medias del programa en Castilla y León por encima de la media nacional. Así, el 30% de los castellanos y leoneses eligieron ver el pase a la final de los cocineros de Burgos con una tarta en homenaje a la Bureba. Castilla y León supera en seis décimas la media nacional del programa hasta situarse en un 22,9% mientras que a nivel nacional, a falta de la gran final, la audiencia media es de un 17,2%. También ha alcanzado unas audiencias altas en Aragón, tierra de Antonio Arrabal, con un 20,7% de media. La batalla final hoy a las 22.40 horas.

¿Después de Top Chef? Cobo lo tiene claro «a darle candela a El Valles e intentar llenarlo. Ser conocido ayuda, quiero ir cada vez más lejos y siempre abierto a nuevos proyectos». Antonio Arrabal es más prudente. «Todavía no se puede responder, hay que tener los pies en el suelo. Lo que venga se estudiará y escuchará».