Arte al servicio de los sentimientos

MARTA CASADO / Burgos

Aunque siempre ha estado ligada al arte musical desde un tiempo a esta parte está muy centrada en su faceta plástica. Daria Ras ha cerrado una exposición en el hotel AC de Logroño y, acto seguido, ha colgado parte de su obra en El Manantial, situado en la plaza Virgen del Manzano. El local tiene en sus paredes parte de la esencia y el sentimiento que sale de esta artista que trabaja siempre en tres dimensiones.

Cada una de las piezas no sólo tiene un nombre. También un mensaje. Las sensaciones que generaron esa obra. «Desde pequeña he estado rodeada de arte y cuando veía una exposición siempre me producía curiosidad saber qué le había motivado al pintor para hacer esa obra. Por eso mis cuadros siempre van acompañados de una frase  que explica lo que quiero expresar luego cada uno que lo interprete como lo sienta», señala.

Ella se encasilla en su propio estilo, el ilusionismo poético. «El objetivo es captar sentimientos, pintar en óleo sobre lienzo o sobre otros soportes lo que pasa por mi cabeza es como tratar de escupir lo que uno tiene dentro», señala. Así, las obras abordan diferentes temáticas y metáforas con el color como protagonista. De vocación tardía y autodidacta, Daría Ras se inicio desde le principio en esta disciplina con el objetivo de sacar lo que bullía por su cabeza, sus sentimientos positivos, sus desesperanzas ... su realidad. «Siempre me he movido en este estilo pero sí es cierto que de un tiempo a esta parte ya no me corto a la hora de aportar un poco lo que me pide la obra cualquier tipo de material, el que sea», señala.

Así, en el cuadro Mis fantasmas me miran, una luna plateada entre tonos oscuros ésta realizada con silicona plateada. Una conjunción entre el negro y el color plata que permite «sacar mis propios traumas». Para Trozos de ternura aporta al cuadro elementos con plata, estaño son como «hojas tibias y frescas que asemejan una ternura, una caricia», señala. En otras piezas se montan pequeños ladrillos, en algunos diminutos azulejos, otros son un puntillismo grueso y ordenado de color... «Tengo un estilo propio, muy definido que te puede gustar o no, pero es mi sello, soy yo», sentencia. Mientras tanto espera dar forma en su taller a su próxima y ambiciosa obra.