El Correo de Burgos

La parroquia de San Pedro y San Felices levanta un centro social

Costará 800.613 euros y sus salas de reuniones estarán «abiertas al barrio»

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Burgos

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L. B. / Burgos

Un folleto caía en el buzón de los vecinos de San Pedro y San Felices esta misma semana. En él se ofrecen los detalles de la obra que días antes comenzaba en la calle Santa Ana. El propio panfleto se pregunta: ¿Qué hacen ahí esos andamios y los obreros? «La respuesta es muy sencilla: han empezado a construir el nuevo centro parroquial, un espacio necesario para las actividades que desarrolla la iglesia y que servirá además de lugar de encuentro para todas las personas de la zona», responde el díptico. El autor de esta ‘publicidad’ es el sacerdote Álvaro Tajadura, segundo de a bordo de la parroquia, regida por Miguel Ángel Díez. Explica que este proyecto de envergadura persigue «principalmente dar forma a un lugar donde crear comunidad» y, ya de paso, acabar con las actuales estrecheces.

Y es que el templo -ubicado en la misma calle, a escasos metros del futuro centro comunitario- apenas cuenta con unas pequeñas salas anexas que se quedan pequeñas «dada la actividad que tenemos y la gran cantidad de gente que participa», indica Tajadura, que recaló en San Pedro y San Felices en septiembre y se encontró con el plan ya en marcha.

Añade, como muestra, que «cada domingo el amplio templo se llena para la misa».

Así, dispuestos a dar solución a la necesidad de espacio que hasta ahora solventan gracias a la cesión de aulas y parte del gimnasio del colegio próximo para dar cabida a catequesis, grupos de formación y la acogida del programa de Cáritas, los responsables de la parroquia no dudaron en aprovechar el solar vacío que antaño ocupó la vivienda del párroco.

En esa parcela se construye ya el nuevo edificio que constará de once salas repartidas en tres plantas. En la cuarta se ubicará la vivienda para los sacerdotes.

La planta baja incluye, según consta en el folleto -que ofrece incluso imágenes del reparto de estancias- un despacho y tres salones, dos con paredes móviles para convertirlos en un espacio muy amplio en el que albergar reuniones con gran número de participantes. «La idea es que los vecinos puedan solicitar su uso para reuniones de comunidades o actos similares que tengan que ver con el barrio, porque somos parte de él y queremos que sea un edificio útil para todos», relata Tajadura.

La primera planta también tendrá tres salones destinados a catequesis y reuniones de diversos grupos parroquiales. Además habrá una zona de cocina para celebraciones, dos baños y una terraza. La segunda planta añadirá cuatro salas pequeñas y dos baños.

312 mensualidades

Las obras culminarán en año y medio y su coste asciende a 800.613 euros. Las claves para sufragar este nada desdeñable gasto también se encuentran en el díptico difundido por la parroquia. Se abonarán en 312 mensualidades de 2.500 euros a la diócesis, que ha adelantado el dinero del proyecto. «Existe un fondo común de parroquias al que aportamos todas y que sirve precisamente para este tipo de gastos. Nos ayudamos unos a otros y es lógico que si nos beneficiamos lo devolvamos para que otros puedan hacer uso de ese fondo si lo necesitan», aclara el sacerdote, responsable también del área de comunicación del Arzobispado de Burgos. Tajadura subraya que no se trata de una ayuda institucional y destaca que esta fórmula de financiación permite eludir los intereses que acompañarían un préstamo bancario y por lo tanto supone un notable ahorro.

La parroquia prevé costear esta obra a través de colectas especiales, legados y herencias en su favor, donativos particulares, eventos especiales dedicados a recaudar fondos y domiciliaciones voluntarias puntuales o periódicas.

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