El Correo de Burgos

159 de los 803 pacientes derivados a la sanidad privada rechazaron la operación

El Hospital Universitario ‘consumió’ el 70% de las intervenciones concertadas para aliviar la lista de espera. El grueso fue a Recoletas y 42 a un centro navarro

Burgos

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L. B. / Burgos

Los contratos suscritos el año pasado por el Hospital Universitario de Burgos con la clínica Recoletas y la clínica Universidad de Navarra para derivar intervenciones en lista de espera ‘llegaron’ a 803 pacientes. Esta cifra supone que el complejo de Sacyl hizo uso del 70% de las 1.156 operaciones apalabradas con la privada para aliviar la lista de espera.

Sin embargo, no todos esos pacientes pasaron por quirófano a merced de este acuerdo. Un total de 159 rechazaban la opción y preferían aguardar a que llegara su turno en las instalaciones del HUBU, aunque esta elección suponga que su cita tarde meses en concretarse.

La levedad de sus dolencias o la inconveniencia de la fecha propuesta, y en la mayoría de los casos ambas circunstancias a la vez suelen motivar ese rechazo. Con todo, la cifra sorprendía incluso a los responsables del Universitario, que se han propuesto estudiar la situación.

Con todo, fueron muchos más los que sí aceptaron la invitación. Hasta 607 pacientes accedieron a quirófano por la ‘vía rápida’ de los conciertos -herramienta administrativa que tras abandonarse en 2012 se recuperó por la escalada de intervenciones en espera- y otros 37 estaban pendientes de hacerlo a mediados de enero, cuando se puso en conocimiento de la Gerencia Regional de Salud el resultado de los contratos suscritos.

Por especialidades

De las 607 operaciones efectuadas, 571 se llevaron a cabo en las dependencias de Recoletas, ubicadas en la calle Cruz Roja, y las 36 correspondientes a Neurocirugía se realizaron en la clínica pamplonesa, que recibió también 5 rechazos y registraba en enero un caso pendiente.

El resto de las especialidades quirúrgicas involucradas en los conciertos se reparte los procedimientos atendidos en el centro privado burgalés. Traumatología, que por tradición es el servicio con la lista de espera más abultada, derivó el grueso de los casos, hasta 327. De ellos, 244 culminaron con la intervención prevista, otros 14 estaban en proceso y 69 pacientes declinaban la oferta para agilizar su paso por quirófano. Cirugía General y del Aparato Digestivo ocupa el segundo puesto en número de operaciones externalizadas con un total de 130, 98 efectuadas y 32 rechazadas. Urología le sigue con 94 procedimientos, 80 pacientes intervenidos y 14 rechazos.

De los 83 procedimientos trasladados por Cirugía Vascular y Angiología a Recoletas se llevaron a cabo 63 y 54 de los 64 correspondientes a Oftalmología. Uno menos en el cómputo global, es decir 63, sumó Otorrinolaringología que de forma efectiva restó 39 operaciones pendientes de su lista, a la espera de saber la respuesta de otros 15 pacientes propuestos para ser derivados. 9 ya habían manifestado en enero su rechazo.

Cabe recordar que el primer contrato, que incluía 620 procedimientos, se rubricó en julio y cuatro meses después se firmaba una ampliación con 536 más. El coste previsto por la ejecución completa de ambos es de 954.673 euros. Sin embargo, solo se pagará, como se establece en este tipo de acuerdos, la parte correspondiente a las operaciones efectuadas. Aunque cada procedimiento tiene su propia tarifa, una sencilla regla de tres apunta a un coste de 668.271 euros.

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