Marina: «El desbarajuste de leyes educativas en España es un disparate»

N. E. / BurgosLos cambios de leyes educativas que vienen marcados por los relevos en los poderes públicos «crean un ambiente de provisionalidad y de improvisación que perjudica gravemente al sistema». Así se pronunciaba José Antonio Marina, licenciado en Filosofía y catedrático de Ética, cuando se le pregunta por la penúltima ley (la LOMCE) que entrará en vigor el próximo curso.El pedagogo, que ayer participó en la segunda de las conferencias organizadas por el colegio La Salle, dentro de las primeras jornadas educativas para padres y docentes, está convencido de que en España existe «un desbarajuste de leyes que es un disparate». En este sentido, opina que las normativas no inciden en la verdadera solución a los problemas del sistema educativo que están en saber organizar bien los equipos directivos de los centros, dar autonomía a los colegios e institutos y formar bien a los profesores. «Nadie se fija en esto y tenemos estudios que nos indican que las naciones que han mejorado sus resultados han apostado por ello, que ni si quiera es una cuestión de grandes cantidades de dinero», dijo el catedrático, quien aseguró que los recortes que ha habido en los últimos años no han contribuido a mejorar el panorama.Recordó que ha habido momentos, antes de la crisis, en los que se tenían grandes presupuestos para la educación y nunca se ha logrado pasar de la «medianía». A juicio de Marina, «el reto de la nueva ley será demostrar que si crecen las cantidades que se destinan a educación, se puede mejorar posiciones, pero no vamos por el buen camino por la ideologización que existe».El pedagogo y creador de la fundación educativa ‘Universidad de padres’ participó en una conferencia en la que recordó que para educar a un niño hace falta la tribu entera (familia, escuela y sociedad). El salón de actos del colegio La Salle se quedó pequeño para escuchar los pensamientos de José Antonio Marina. El centro ha abierto estas conferencias a la sociedad burgalesa y el ciclo termina este viernes con la presencia de Francisco Zariquiey sobre el aprendizaje cooperativo.Durante la charla de ayer, Marina reconoció que el entorno de la sociedad de consumo no es el mejor para educar a los niños. «La sociedad presiona a los niños igual que a los adultos para buscar la satisfacción inmediata y ahora sabemos que los niños necesitan saber aplazar las recompensas». En opinión del pedagogo, «hay que llamar la atención de la tribu porque el asunto es grave. El sistema de mercado no favorece que los niños sepan controlar sus impulsos, sino que genera niños caprichosos que necesitan tener urgentemente lo que les enseña la televisión».Esa tribu de la que habla Marina presenta muchas veces una fractura que complica la educación de los pequeños. «La escuela y las familias sienten muchas veces un recelo mutuo», dijo. Así, animó a superar esta separación ya que, según dijo, de la educación depende «nuestro nivel de convivencia en la sociedad y también nuestro nivel económico».