El Correo de Burgos

LAS EDADES DEL HOMBRE DE ARANDA / EL RECORRIDO

Gil Hellín recuerda la relevancia histórica del Duero

Doña Elena considera que las obras están «muy bien plasmadas» en el tema que sigue

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Burgos

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Y. P. E. / Aranda

La infanta Doña Elena, acompañada de autoridades políticas, militares y eclesiales, así como del ámbito económico y social, inició el recorrido en Santa María. Las explicaciones de la muestra corrieron a cargo del comisario de la exposición, Juan Álvarez Quevedo, que alabó el valor de las casi 130 piezas  de todas las diócesis de Castilla y León, entre las que se encuentran cuadros de Sorolla, Murillo, puiezas de Diego de Siloe, Enrique Arfe, Vasco de Zarza o el Cáliz de los Condestables -que se encuentra en el último capítulo.

Durante la inauguración, el arzobispo de Burgos, Francisco Gil Hellín, expresó su deseo de que la exposición Eucharistia fuera «un estímulo de fe para los creyentes», aunque aseveró que  para toda la población es «un deleite de valor artístico y una ocasión propicia para descubrir los valores culturales y religiosos de nuestra tierra». En su intervención, Gil Hellín destacó que Las Edades de Aranda es «un testimonio de la fe de las gentes de nuestra tierra». Hizo referencia al hecho de que la Ribera del duero fue «el curso fluvial que marcó la historia de España en tiempos pasados» y añadió que «hoy es espina dorsal de nuestra Comunidad». El arzobispo de Burgos incidió en la «centralidad geográfica» de Aranda que hace que se haya convertido «en punto neurálgico de arte y cultura», apostilló. También recalcó la importancia de los dos templos en la historia de España, pues san Juan acogió en 1473 el concilio de Toledo, mientras que Santa María fue visitada por Isabel la Católica.

Gil Hellín estableció un paralelismo entre Eucharistia y los elementos gastronómicos que caracterizan a la Ribera delDuero «tierra de pan, vino y cordero».

El recorrido

Posteriormente la comitiva recorrió la muestra, primero en Santa María, para después acercarse a San Juan. En la primera sede, comenzaron por la pila bautismal rescatada de la capilla Salazar del templo arandino «que se encontraba escondida», destacó Álvarez Quevedo. En torno a las 12.05 salieron de Santa María para dirigirse a San Juan. La infanta recorrió a pie los 100 metros que separan ambos templos saludando a las personas congregadas allí. Más información en edición impresa

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