Cuando el proceso marca la diferencia

L. B. / Burgos

En ocasiones el valor añadido poco o nada tiene que ver con las finanzas. Puede que sea un factor diferencial que radique en otros detalles, esos que marcan la diferencia y conceden al producto en cuestión apellidos tan sonoros como justo, ecológico o tradicional. Y es ahí donde el proceso de elaboración al completo marca la diferencia. Un modo de hacer que, más allá de la rentabilidad, persigue garantizar otros aspectos tales como unas condiciones laborales dignas de quienes participan en su elaboración, una retribución decente de su labor y un profundo respeto al entorno en el que se trabaja. Aspectos como los enumerados, y alguno más, servían ayer de denominador común a la heterogénea oferta que se reunía en la primera Feria de la Tierra.

Ubicada en la Plaza de España, la cita aunó productores artesanos de la provincia y la región y agrupaciones promotoras de comercio justo con productos llegados en gran medida de países en vías de desarrollo. Así, el aroma de las hamburguesas de carne de potro regadas con cerveza artesana o chacolí del Valle de Mena, y el colorido de las frutas y verduras de la huerta ecológica Canal de Castilla o las mermeladas Fruto del Huerto se alternaba con cacao, café, té o azúcar llegados de allende los mares y distribuidos por entidades sociales como Amycos, Intermón o Cáritas. Hasta la música que amenizaba el evento, desde la percusión africana al folclore castellano, animaba a honrar a la tierra, objeto de homenaje de este evento organizado, en colaboración con la asociación Slow Food y el centro Ogea, por el grupo de trabajo Burgos, por el Comercio Justo, que persigue lograr para la ciudad este reconocimiento.

Al respecto, la técnico municipal de Cooperación, Rosa Eva de Benito, explicó que la carrera por ese ‘título’ comenzaba en 2010. «Es difícil porque son varios sectores los que tienen que alcanzar distintos objetivos y se avanza muy poco a poco», indicó. El punto que se vislumbra más lejano y en el que pretenden hacer hincapié es la participación de las grandes empresas de la ciudad. «Ellos pueden incorporar también esos productos y los criterios que rigen este tipo de comercio en algunas de sus compras», añade.

En conjunto, el empeño es acabar con el mito de que este ‘mercado’ es más caro. «Hay que comparar también la calidad y quien lo prueba, lo sabe», apostilló De Benito.