Todo un desafío solidario

SAMANTA RIOSERAS / Burgos

Pasó de martirizar a los soldados japoneses en los entrenamientos militares de los ejércitos de Hong Kong a convertirse en uno de los mayores eventos deportivos con fines solidarios de todo el mundo.

El trailwalker, que lleva tres años organizándose en España de la mano de Oxfam Intermón, es hoy el reto de miles de personas sensibilizadas con las dificultades que atraviesan los países en vías de desarrollo.

 Entre ellas se encuentran Carlos, Adela, Pablo, Antonio, María y Manuel, el primer equipo íntegramente burgalés que participará en la próxima edición del 5 de julio. La ruta de la prueba discurrirá por la sierra de madrileña de Guadarrama, donde se reunirán más de 130 grupos y un millar de personas.

«Tenemos que recorrer 100 kilómetros en menos de 32 horas», explica Carlos Abad. «Pero no vale ir por separado, tenemos que empezar y terminar todos juntos», aclara Antonio Fernández. Los dos, junto a Adela Santamaría y Pablo Fernández, serán los corredores. María Gómez y Manuel García formarán el equipo de apoyo.

Todos se muestran seguros y confian en completar este desafío solidario que pretende recaudar fondos para los más de 400 proyectos de cooperación, ayuda humanitaria, comercio justo y sensibilización que Oxfam Intermon realiza en 41 países de todo el mundo.

Pero antes de que el equipo burgalés pueda dar sus primeros pasos en la prueba deportiva, deben recaudar 1.500 euros. «Eso lo tenemos casi asegurado. Aún queda un mes para recibir donaciones y ya hemos recaudado más de 1.300», comentan orgullosos.

La venta de bolígrafos ha sido su principal vía de ingresos. Como el resto de equipos que participan, han optado por entregar pequeños obsequios a cambio de las donaciones que han permitido que se hayan superado los 800.000 euros. La mayor recaudación de las tres ediciones españolas.

Hasta el día de la carrera, todos los interesados pueden realizar sus aportaciones al equipo burgalés en la web (www.trailwalker.oxfamintermon.org). Su dorsal es el M92 y están inscritos como Camino del agua. Las empresas que lo deseen también pueden colaborar, puesto que es posible esponsorizar sus propios equipos que llevarán sus logos inscritos en sus equipaciones. De momento, los amigos del Camino del agua no cuentan con este respaldo y en sus camisetas solo lucen su particular lema: «Lo importantes no son tus pies, sino tus pasos». Un eslogan que resumen a la perfección el carácter de esta prueba y el motivo por el que se han comprometido con la causa.

«Si podemos cambiar lo más mínimo las situaciones que se están produciendo en otros países, vamos a hacerlo», dicen. «Hemos puesto nuestro granito de arena -cada inscripción cuesta 50 euros- y ahora intentamos llegar al máximo número de personas para que conozcan esta cita».

Y es que detrás de la pasión por el deporte y el efecto ‘running’, hay toda una declaración de principios. «No, no. A nosotros no nos gusta correr, lo que nos gusta es ayudar», corrigen y estallan en carcajadas. El buen ambiente está asegurado. Solo falta que, con el apoyo de todo, su alegría se convierta en pozos, escuelas, comida y medicamentos para quienes más lo necesitan.