El Correo de Burgos

MIGUEL ABELLÁN / Regresa a la feria de San Pedro de Burgos

«En Burgos me siento muy querido»

Miguel Abellán se reencontrará con la afición burgalesa el próximo 30 de junio, tras haber protagonizado en San Isidro una tarde épica, la mejor faena de su carrera

-

-

Burgos

Creado:

Actualizado:

IÑIGO CRESPO / Burgos

No es burgalés pero como si lo fuera. Por tantas y tantas cosas. Miguel Abellán es uno de esos toreros a los que la afición burgalesa profesa culto por sus raíces en esta tierra y por los triunfos obtenidos en la provincia desde que se presentara de novillero sin picadores. El destino ha hecho que su nombre vuelva a aparecer en los carteles de San Pedro el próximo 30 de junio, justo cuando acaba de cuajar en Madrid la que ha sido una de las faenas más importantes e impactante de su prolija carrera, frente a un toro de El Montecillo.

«El esfuerzo de Madrid  mereció la pena. Espiritualmente necesitaba una tarde así. Necesitaba sentir el cariño de Madrid, defender mi feudo, mi plaza, mi afición, mi crédito y mi reino que es la plaza de Las Ventas», sostiene Miguel Abellán, que se sabe torero en sazón. Más allá del valor, del ser consciente de haberse jugado la vida, Abellán explica la entidad de su toreo puesto en valor por la crítica y gran parte de la afición: «Además de ser un torero de raza y de amor propio, mi concepto ha ganado en templanza. Creo que hubo momentos en los que Madrid comprobó que ahora me guío más por la estética, por cómo me encajo con los toros, por quebrar la cintura», subraya.

El triunfo de Miguel Abellán no es un triunfo opaco. Es el éxito de un luchador nato, de quien ha sabido sacrificarse por un objetivo y que incluso se vio obligado a apartarse durante casi dos años de la profesión sin más razón que buscar perspectiva.  «Me aparté. Y durante ese tiempo no dejé de prepararme, de entrenar, de sacrificarme ni de perder el contacto con el toreo pero haciendo otras cosas, como estar de comentarista en el Plus. Y si fui valiente o no, tampoco se lo sabría decir. En mi vida he sido arrojado muchas veces y creo que soy un tío muy auténtico en mis convicciones. Debe ser mi carácter que en ese momento me impulsó a no salir a la plaza en condiciones que no me correspondían y tomé la decisión de colgar el vestido de luces», reconoce el torero.

Aunque suene a tópico, Abellán reconoce que una de las claves de este nuevo Abellán es haber logrado la satisfacción interna de torear para él, olvidándose de otras metas:«He tenido que estar dos años fuera de esto para darme cuenta de que mi satisfacción más real es torear como yo lo siento y no preocuparme de sumar y sumar contratos. Ahora necesito cubrir un espacio artístico, un vacío espiritual que durante muchos años no he podido hacer por estar preocupado de arrimarme como un perro para poder seguir en la brecha de las ferias. Ahora no necesito eso, ahora quiero cuajar toros y que los aficionados los recuerden», expone con sinceridad.

Volver a San Pedro es un paso más en este nuevo camino que ha emprendido Abellán con la tarde épica de Madrid de fondo. «Estoy deseando pisar de nuevo El Plantío. Siempre me sentí muy querido en Burgos y muy respetado en esta tierra y estar en San Pedro ha sido la primera recompensa al esfuerzo de Madrid. Ojalá pueda devolver tanto cariño cuajando mis dos toros», revela Miguel Abellán, quien tiene claro que su éxito reciente no es flor de un día: «Después de 17 años de alternativa no estoy para perder el tiempo y las ideas están muy interiorizadas». La cita en Burgos, el 30 de junio frente a toros de Zalduendo. 

tracking