Foronda ve innecesario flexibilizar el ICO para el pago a proveedores

N. E. / BurgosEl equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Burgos espera acabar el ejercicio de 2014 con un nivel de endeudamiento del 64%, así como mantener en valores positivos el ahorro neto y los remanentes. Con estas perspectivas, el concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, ve innecesario solicitar al Ministerio  la flexibilización del préstamo del plan de pago a proveedores, al que podrían acogerse, antes del 21 de junio, más de 2.000 entidades locales.Las dificultades económicas por las que siguen pasando cientos de administraciones locales provocó que la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos acordase ciertas mejoras financieras para facilitar la devolución de los préstamos de la primera fase del plan a proveedores; fase que sí solicitó Burgos por un importe algo superior a los 23 millones de euros en el año 2012. Las nuevas condiciones permitirían a los ayuntamientos ampliar el periodo de amortización del préstamo de 10 a 20 años, elevar el plazo de carencia de dos a cuatro años, así como una reducción del tipo de interés en 41 puntos básicos.El responsable de las arcas municipales observa que Burgos no cumple los requisitos para acogerse a esta flexibilización. En este caso, el incumplimiento es del todo positivo ya que significa que la ciudad, por un lado, ya está haciendo frente al pago del general y del interés del crédito ICO que suscribió, tal y como recogían las condiciones de 2012, y por otro, que la situación económica va mejorando.Así, por ejemplo, pueden acogerse a la flexibilización las entidades con ahorro neto negativo y remanentes negativos. El Ayuntamiento cerró el ejercicio de 2013 con un superávit de 29,97 millones de euros. Otro de los requisitos es atender a aquellas entidades que con menos de 200.000 habitantes tengan un endeudamiento de más del 110%. «No es nuestro caso porque acabamos 2013 con un 73% y el presupuesto de este año contempla que se acabará el ejercicio con un 64%», explica De Foronda.Condiciones rigurosasAcceder a esta flexibilización significa que los ayuntamientos tendrán que cumplir unos requisitos económicos bastante rigurosos, según quedaron fijados en el Boletín Oficial del Estado del pasdo 11 de junio. Los municipios se tienen que adherir a la facturación electrónica, tienen que crear un registro contable de facturas del sector público y adaptarse a la plataforma Emprende de la Agencia Tributaria. Estas medidas permitirían al Gobierno controlar los pagos municipales «si no pagas, te lo pagan directamente de la participación de tributos del Estado».Las entidades deben, además, presentar un nuevo plan de ajuste en el que se pide reducir los gastos de funcionamiento en un 5% y al cuarto año del nuevo plan se pide que los servicios públicos que se presten se deben autofinanciar con el 100% de las tasas y precios públicos. Amortizar el créditoPor otro lado, el Ayuntamiento de Burgos comienza este 2014 a amortizar el general del crédito suscrito para pagar a los proveedores en 2012 en el denominado ‘Plan Montoro’. Durante los dos primeros años se pagaban solo intereses ya que se firmó con todos los municipios una carencia por dos años. En el Presupuesto de 2014 se prevé pagar 1,5 millones de intereses y otro 1,4 de capital. Este crédito tiene un periodo de devolución de 10 años y, por tanto, el plan de ajuste que se suscribió contiene medidas económicas para 10 años dirigidas a garantizar su abono. El Plan Montoro se suscribió para hacer frente a 2.846 facturas que afectaban a 496 proveedores. Eran facturas impagadas procedentes del ejercicio de 2011.