El Correo de Burgos

Rebollo regresa para consumar el renting

El pliego por el que se incorporarán 10 autobuses durante 13 años por 9,5 millones sale adelante con el rechazo frontal de toda la oposición, que defiende la compra

Burgos

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L. B. / V. M. / Burgos

Tras meses de ausencia por causas médicas, el concejal Esteban Rebollo, responsable del Servicio de Accesibilidad, Movilidad y Transporte (Samyt), regresaba para consumar su apuesta por el renting para renovar parte de la flota de autobuses municipales. Así ocurrió en la reunión de carácter extraordinario celebrada ayer con la aprobación del pliego de condiciones para sacar a concurso la adquisición vía alquiler de 10 vehículos por 13 años y un importe de 9,5 millones. Aunque dependerá de la disponibilidad de la empresa que se encargue de fabricar los autobuses, la intención del equipo de Gobierno es contar con ellos antes de finales de año.

El PP hizo valer su mayoría para sacar adelante este trámite que se topó, como estaba anunciado, con el enérgico rechazo de todas las fuerzas políticas de la oposición. Ya en la mañana de ayer representantes de los tres grupos municipales dieron razones de su negativa y defendieron la compra de autobuses como la opción más «razonable y menos gravosa para la ciudad», según indicaron PSOE e Izquierda Unida, que auguraron un sobrecoste anual de entre 100.000 y 210.000 euros con la fórmula elegida por Rebollo.

Tanto el socialista Carlos Mahamud como el portavoz de IU, Raúl Salinero, basaron sus cálculos en los datos detallados en un informe elaborado por el propio Samyt a finales del año pasado, antes de que, según Mahamud, «se sucedieran distintos documentos rechazados una y otra vez por Intervención hasta que a fuerza de correcciones se ha logrado el apoyo para justificar la operación de renting».

Según ambos, del citado informe se desprende que, «si se compara el mismo tipo de vehículos y los mismos kilómetros y sumando el mantenimiento, los seguros y la ITV», precisó Mahamud, el coste máximo de la compra ascendería a 8,1 millones en 13 años.

A las críticas se adhería también Unión, Progreso y Democracia, que consideró que el de ayer era una paso hacia la privatización del Samyt.

Rebollo argumentaba tras la reunión que esta interpretación no es correcta y subrayaba que hay que tener en cuenta que el renting no solo incluye los gastos añadidos contemplados en estas cuentas, si no que obliga a la empresa a reponer todas las piezas que fallen y a asumir todas las averías salvo aquellas que se produzcan fruto de actos vandálicos.

«Si al precio de un autobús nuevo le añado esos gastos imprevistos por incidencias de cualquier tipo, frecuentes en vehículos que recorren tantísimos kilómetros al día con paradas continuas, el coste se dispara muy por encima del que nos ofrece el renting», insistía y recordaba que, además, «hay que cumplir unas normas de estabilidad presupuestaria que las posibles inversiones en reparar los vehículos podrían contravenir». Al respecto, el concejal del PP aseguró que para estimar esos gastos cuentan con la experiencia de aquellos que en la actualidad tienen en propiedad.

Más allá de esta operación inminente, la oposición expresó su temor por el futuro de la flota en conjunto, ya que el contrato de renting de 27 buses ahora en vigor expira en 2016. Suponen la mitad de los vehículos en funcionamiento permanente en la actualidad, a los que se suman 8 para posibles sustituciones o refuerzos.

Rebollo descartó que sea motivo de preocupación pues «hay tiempo para adquirir nuevos vehículos por la vía que prefiera el futuro equipo de Gobierno, habida cuenta de la cercanía de elecciones». Incluso dejaba la puerta abierta a prorrogar el contrato si el estado de los autobuses lo permite.

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