El Cenieh obtiene fondos para ampliar su investigación en África

MARTA CASADO / Burgos

El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh) se encuentra en un momento de evidente malestar entre su personal investigador por la adaptación al funcionamiento de Instalación Científico-Técnica Singular del centro, donde el investigador se equipara a un usuario más de los equipos y laboratorios, y la marcha de dos miembros de uno de los grupos con más actividad investigadora y de publicación como es el de Geocronología. Su responsable, Josep María Parés, solicitaba a los responsables del centro «reflexionar sobre el rumbo que está tomando, sobre la reestructuración del centro no sólo por la marcha de científicos sino por la falta de capacidad para poder retener a investigadores o técnicos, necesitamos fórmulas imaginativas para que quienes terminan sus contratos postdoctorales puedan seguir aportando su investigación». El director del centro, Alfredo Pérez González, afirma que «mi despacho está abierto para que me planteen todas las fórmulas imaginativas posibles, estoy dispuesto a trasmitírselo a los órganos gestores pero es que la situación económica es la que es hay y se nos exige buscar financiación para sobrevivir».

En esta línea Pérez González anuncia que el Cenieh ha logrado  dos proyectos adscritos al Plan Nacional de I+D+i para que sean desarrollados por investigadores principales del centro. Se trata de las investigaciones en yacimientos en el norte de África y en Tanzania que se unen a los ya concedidos vinculados a los trabajos de investigación en Atapuerca y en la Garganta de Olduvai así como las dataciones geocronológicas del los yacimientos pleistocenos del arco mediterráneo. «La concurrencia competitiva en este tipo de proyectos es lo imaginativo, ganar proyectos, pedir contratos predoctorales y acudir a convocatorias de equipamientos y personal para su funcionamiento», resume Pérez González.

Con estos dos nuevos proyectos el centro consigue más de 250.000 euros divididos entre 140.000 y 115.000 euros cada uno, la contratación de un investigador predoctoral y la convocatoria, a través de un contrato por tres años, para un técnico de Arqueometria. «Con estas concesiones continuamos con la línea de internacionalización del centro, que se reconoce al conceder estos proyectos, y mientras esperamos, como todos los centros científicos, que se desbloquee la contratación de personal», señala el actual director.

Rigidez de funcionamiento

Los investigadores tienen varios frentes abiertos al que califican como rígido funcionamiento del centro. Los tres sistemas de fichaje, la burocracia previa a la hora de salir al campo o las tasas que han de pagar por el uso de los laboratorios son algunas de las quejas que van unidas a otra más generalizada: el mayor peso que dicen tiene el plantel administrativo y técnico frente al investigador. El caso más grave es el del servicio de Geocronología donde dos de sus investigadores (Dirk Hoffman, y Lee Arnold) han abandonado el centro para trasladarse al Instituto Max Plank en el primer caso y a Australia en el segundo. La situación está unida con el traslado, por una estancia financiada por la beca europea Marie Curie, de Mathiew Duval a Australia. El área de Geocronología conserva a su director e investigador, Josep María Parés. Se acaba de cerrar la convocatoria de contratación por cinco años de los sustitutos de los dos que han abandonado «por contratos temporales», especifica Parés, y otra contratación por dos años para sustituir la investigación en Australia de Duval.Más información en edición impresa.