El largo viaje del Chico de la Gran Dolina hasta llegar a casa

MARTA CASADO / Burgos

Dos años de comunicación a distancia y mucha discusión científica ha costado que el Chico de la Gran Dolina estrene su espacio reservado en la Galería de los Homínidos del Museo de la Evolución.La autora, la paleoartista francesa Elisabeth Daynés, es escrupulosa en el rigor científico de sus creaciones. Si en 2010 se mostró encantada con la posibilidad de elaborar a Miguelón. «Ha sido fantástico trabajar con un registro de fósiles de humanos tan rico como en el caso de los heidelbergensis», afirmaba entonces sobre la reproducción de Miguelón. Con antecessor ha sucedido lo contrario. Cuando se inauguró el museo, en la galería faltaba él. Una ilustración de metacrilato sustituía la reproducción sobre la especie de Atapuerca. «La artista no se decidió a realizarla antes de la inauguración del MEH al considerar insuficientes los restos fósiles disponibles para llevarla a efecto en dicho momento», aseguran desde el MEH en una nota. Así que unos años después, y viendo que llegaba una fecha tan especial como el 20 aniversario del descubrimiento de la especie, en el Museo se pusieron manos a la obra para acelerar el encargo. Para ello lograron componer el cráneo. No estaba completo, que era una de las exigencias de la artista francesa.Más información en edición impresa.