«Mi vida ha sido una lucha por no desfallecer y salir hacia adelante»

IÑIGO CRESPO / Burgos

Regresa a la provincia de Burgos convertido en lo que siempre soñó ser: torero reputado y con cartel en las grandes ferias. En pleno periodo de ascensión, poniendo en valor su capacidad cada tarde que se viste de torero. Arles, Sevilla, Mont de Marsan y sobre todo Madrid han sido testigos en Europa de la entidad de este diestro azteca. «Yo creo que he estoy haciendo una temporada muy importante y sobre todo en Madrid entiendo que no he dado ningún paso hacia atrás y que he sabido defender mi crédito. Han sido tres tardes muy distintas pero tengo la satisfacción de saber que en ninguno de los tres compromisos me he dejado nada dentro. Aquí hay un torero que quiere estar muchos años competiendo con todos y que no se arruga por nada», afirma Joselito Adame, quien esta anunciado el próximo 15 de agosto en Roa.

Tiene mérito este torero mexicano, nacido en Aguascalientes (1989). Formado en España desde novillero sin picadores, Adame ha sabido defender su sitio y jugar sus bazas hasta llegar a estos últimos tiempos que son los de su eclosión como torero de ferias. «Eso es una satisfacción personal. Es muy cierto que había que pelear y no desfallecer por defender con uñas y dientes el crédito que tenía. Por eso es por lo que se hacen esfuerzos, se aprieta el culo y se atornillan las zapatillas en la arena. Y me he encontrado con la suerte de ver como los aficionados se identifican con mi toreo», reconoce el diestro quien no duda en admitir que esta orgulloso: «Haber sido capaz de salir adelante cuando veía las cosas muy difíciles. Eso me ha mercado. Ahora estoy viendo la luz al final del túnel».

En un artista la evolución debe ser la nota predominante para permanecer vivo en la profesión, para guiase a lo largo de un camino. Lo sabe Joselito Adame. «Mi evolución mayor creo que ha sido en el toreo con la muleta. Ahora he aprendido a estructurar las faenas y a pasarme a los toros mucho más cerca», asegura el diestro hidrocálido.

Torero de raza, nadie le ha regalado nada en la profesión. Ha luchado por abrirse camino y lograr sus retos. «Soy ambicioso y a la vez inconformista. Esta temporada espero poder romper de verdad en un gran muletero. Todo lo que se ve, en el momento que sea capaz de reunirlo en una sola faena, esa será la gran faena que tengo por dentro y que va a salir muy pronto», sentencia el azteca, un valor sólido en el toreo.

Roa verá al Joselito Adame de siempre pero revestido de un golpe mayor de solemnidad. De asentamiento. Sigue siendo ese torero dinámico, fluido, valiente y fresco que sorprendía por su desparpajo en su época de novillero y los primeros años de matador, pero ahora su concepto es más robusto, más contundente, dotado de mayor estructura e incluso mayor creatividad.Siga la información taurina en edición impresa