Un voluntariado musical en el corazón de Etiopía
La ONG Abay centra sus esfuerzos en la región de Walmara, una de las más castigadas del país africano. Cuenta con 300 socios además de colaboradores y voluntarios entre los que se encuentra un maestro burgalés
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V. MARTÍN / Burgos
En Etiopía, en la localidad de Gaba Kamisa, en la región de Walmara, una zona especialmente deprimida económicamente y desfavorecida, centra todos sus esfuerzos la ONG Abay. Una entidad sin ánimo de lucro, de origen valenciano, que cuenta con socios, colaboradores y voluntarios por todo el territorio nacional.
Uno de esos voluntarios es Miguel Ángel Cabero, diplomado en Educación Musical, licenciado en Ciencia e Historia de la Música con un máster en Interpretación e Investigación Musical, que ha ejercido como maestro en diferentes pueblos de la provincia burgalesa y que ahora lo hace en la capital vallisoletana. Sus ganas de realizar un voluntariado vienen de lejos, «llevaba años queriendo realizar un voluntariado», explica, «pero buscaba que tuviera ciertos elementos, como que fuera en África, en una localidad lejos de grandes urbes y que fuera un proyecto de índole didáctico-musical».
Todos esos requisitos los encontró en uno de los proyectos de la ONG Abay, pero antes de iniciar el recorrido por la experiencia de Cabero, es clave conocer cómo surge Abay y cuáles son sus metas.
Aquí entra en escena Julia Diéguez, la responsable del área de salud de Abay quien explica que «la ONG nace de la inquietud de un grupo de padres adoptantes por colaborar con el país que vio nacer a sus hijos» pero que «poco a poco ha ido creciendo en socios, colaboradores y voluntarios con diferentes intereses».
El porqué de haber escogido Walmara como territorio donde desarrollar los diferentes proyectos fue una decisión que tomó la ONG junto con las autoridades etíopes, por ser una región especialmente desfavorecida», comenta Diéguez.- Más información en edición impresa