El Correo de Burgos

La charca que revolucionó la prehistoria en tres ocasiones

Algunos fósiles de Torralba y Ambrona estarán expuestos en el Cenieh hasta el 4 de diciembre

-RAÚL G. OCHOA

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MARTA CASADO BURGOS
Burgos

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Hace 400.000 años en el entorno de Medinaceli, al sur de la provincia de Soria, los elefantes campaban a sus anchas. Los grandes animales, en ocasiones, quedaban atrapados en alguna de las charcas que crecían en la ribera de los arroyos del Jalón o morían por alguna de las sequías. Posteriormente las poblaciones humanas que pululaban por la zona carroñeaban estas piezas con herramientas de piedra.Esta historia no es un cuento, es fruto del trabajo de más de cien años en unas excavaciones que han sido de primera línea en tres momentos diferentes. Miles de metros cuadrados de yacimientos en dos ubicaciones que van asociadas: Torralba y Ambrona.La historia de esta especie de Numancia de la prehistoria, siempre sorprende a la comunidad científica de cada tiempo, arrancó a principios del siglo XX. Fue el Marqués de Cerralbo, con palacio en las inmediaciones, quien se interesó por Torralba primero (allí excavó de 1909 a 1913) y por Ambrona después (donde trabajaron entre 1914 y 1917). «En ese momento era la primera excavación en extensión que se hacía en Europa, y por tanto, en el mundo. La prehistoria era relativamente reciente y al abrir una gran superficie de terreno encontraban restos casi completos de elefantes y los artefactos utilizados por los humanos para procesarlos», relata el comisario de la exposición, Manuel Santonja.El marqués costeaba de su bolsillo las excavaciones, también diseñaba científicamente los procesos y guardaba el material en su casa. Allí quedó durante largo tiempo y a su muerte, en 1922, la zona vivió su primer letargo. Pero era uno de los yacimientos más impresionantes de la península.Los estudiosos e historiadores del país los conocían. Entre ellos el profesor catalán Luis Pericot quien puso en conocimiento de este rincón al norteamericano F. C. Howell. «En nuestro país no había ninguna institución capaz de enfrentarse a una investigación de ese tipo», recuerda Santonja. Las excavaciones norteamericanas, con la participación de estudiantes españoles, se realizaron entre 1961 y 1963 y entre 1980 y 1983. Excavaron más de 3.000 metros cuadrados de Ambrona y otros 1.000 metros cuadrados en Torralba. Los resultados fueron revolucionarios. La teoría de Howell era que los humanos entonces habían logrado llevar a manadas de elefantes a las charcas fanganosas donde caían y, débiles, podían darles caza.Más información en edición impresa.

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