SEPE finaliza la tramitación del desempleo de Campofrío

El Servicio Público de Empleo (SEPE) de Burgos ya finalizó la tramitación de las solicitudes de desempleo de los trabajadores de Campofrío que se han visto afectados por el Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y no han podido ser reubicados en alguna otra planta. Unos 700 empleados. Los trabajadores afectados pueden consultar la situación de su expediente en la dirección www.sepe.es>personas>prestaciones>tramitacion de la solicitud/on line>ciudadania. Desde el Sepe agradecen el esfuerzo y colaboración de «la compañía Campofrío, los representantes de trabajadores y los propios empleados que han permitido que los funcionarios públicos pudieran realizar su actividad en las tareas de reconocimiento de expedientes», apuntan. Una carga de trabajo inesperada, como para todos los empleados y la propia empresa ha sido quedarse, de la noche a la mañana, sin empleo y sin producción de su fábrica puntera.De esta manera los trabajadores de Campofrío, que en estas semanas han ingresado los 16 días de noviembre trabajados y el finiquito, percibirán, partir del día 10 de enero, la prestación por desempleo que corresponda a cada caso más los 290 euros brutos de aportaciones entre la Junta de Castilla y León (siete o diez euros por día trabajado en función del tiempo de cotización de cada trabajador) y la empresa. «El 10 de enero cobraremos los 45 días desde la entrada en vigor del ERTE más el complemento», apunta al respecto el presidente del Comité de Empresa, Hilario Sancho. Asegura que el trabajo de los representantes de los trabajadores se centran ahora en los empleados de las empresas auxiliares. «Hemos empezado con las reuniones para lograr que las subcontratas también se beneficien de la negociación y puedan sumar a su percepción por desempleo los 290 euros». En particular señalan a los trabajadores de limpieza.Respecto a la situación de los empleados de La Bureba recolocados reconoce que el recibimiento de los compañeros en Ólvega (Soria) y Torrente (Valencia) ha sido positivo. «Les ayudan a sobrellevar los cambios y la situación», aunque reconoce que el trabajo en la planta soriana es más pesado porque todo se realiza a mano como en la planta de Burgos hace 40 años.