MUNICIPAL
Indignación entre la oposición por el nombramiento del secretario general
Desde el PP aseguran que Luis Alfonso Manero fue el único que presentó la solicitud al puesto
El nombramiento de Luis Alfonso Manero como secretario general provisional del Ayuntamiento de Burgos ha despertado malestar entre los grupos de la oposición por el procedimiento seguido. Tampoco ha gustado entre el personal funcionarial de la institución. Para Izquierda Unida y para Unión Progreso y Democracia (UPyD), que se pronunciaron ayer en rueda de prensa sobre este asunto, ha sido una elección «a dedo» totalmente inesperada.
El concejal de IU, Raúl Salinero, aseguró que ha sido una muestra más de la actitud «cacique» del alcalde de Burgos que ha colocado a «un amigo» en uno de los puestos más importantes del Ayuntamiento y, precisamente, en un órgano como el de la Secretaría General al que se le presupone «independencia para la garantía de los derechos de los burgaleses». Para el edil el procedimiento utilizado es «desleal» y añadió que estudiarán si es «ilegal». Según las explicaciones dadas, Manero, actual trabajador de la Diputación responsable del área de Urbanismo y Asesoramiento a municipios, fue nombrado por la Junta de Castilla y León después de que su solicitud hubiera sido la única presentada para ocupar esta responsabilidad y tras un informe favorable de la Alcaldía.
Salinero aseguró que no le consta que el nuevo secretario haya presentado esa solicitud para acceder al puesto a través del registro municipal, sin embargo pudo haberlo hecho desde el registro de la Diputación.
Roberto Alonso, de UPyD, mostró su «sorpresa e indignación». Según dijo, lo esperado era que hasta que se convocara el concurso público fuera el vicesecretario, Francisco Javier Pindado, con más de 29 años de experiencia en el Ayuntamiento quien ejerciese, como venía haciendo, las funciones del secretario general, José Antonio Torres Limorte, recientemente jubilado. Añadió que la forma utilizada «es legal y que se puede hacer porque los políticos se han encargado de que casi todo se pueda hacer a dedo, pero lo rechazamos totalmente».
Desde el gabinete de comunicación del Ayuntamiento, insistieron que Manero, de 42 años, fue el único que presentó solicitud y que ha sido la Junta quien ha tenido la última palabra en su designación.