El Correo de Burgos

A la espera de una noche repleta de ilusión

Miles de niños burgaleses abarrotaron las calles para dar la bienvenida a los Reyes Magos

Miles de burgaleses se acercaron a saludar asus Majestades.-SANTI OTERO

Miles de burgaleses se acercaron a saludar asus Majestades.-SANTI OTERO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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Nervios, muchos nervios. Y muchas sonrisas. Miles de niños burgaleses abarrotaron la calle Vitoria para ver a sus Majestades los Reyes Magos de Oriente.

La llegada de la Cabalgata a la plaza del Mío Cid se hizo esperar pero no defraudó. Para hacer amena la espera, allí se encontraba el mejor maestro de ceremonias, el Chambelán, quien pidió la colaboración a los más pequeños para llenar su cetro de magia.

Los primeros en aparecer fueron Bomberos y Policía Local, cargados de regalos y acompañados de pastorcillos, abrieron la comitiva a emisarios, pajes y carteros reales.

Unos enormes flamencos blancos y rosas custodiaban la carroza del rey Melchor junto a los componentes de BurgosSalsón

Los más pequeños le recibían entusiasmados a su paso y se estiraban lo que podían para poder ‘cazar al vuelo’ alguno de los caramelos que lanzaban los pajes reales.

No pudieron faltar las danzas burgalesa de la mano las agrupaciones locales, que pusieron la nota tradicional a la cita.

La escalera al cielo de Cal y Canto y la carroza de la peña Real yAntigua de Gamonal precedían a unos enormes peces blancos que sobrevolaban por encima de las cabezas de los allí presentes y les hacían creer estar en un mundo submarino.

El siguiente en llegar fue Gaspar quien llegó sonriente y ovacionado.

Les Piafs llegaron ‘volando’ pero con los pies en el suelo y es que este grupo portaba en sus espaldas curiosos animales voladores de colores que se movían al compás de quienes les llevaban.

La Peña Antonio José llegaba con su carroza Tickey Tock y los Tiritirantes aparecían en escena con su ‘Escuela de vuelo’ repleta de personajes circenses.

El último mago en aparecer fue Baltasar, acompañado de sus pajes y de Les Chevals del grupo Quidams, uno enormes caballos blanco que al ritmo de una antorcha morada se inclinaban y saludaban al público burgalés.

Bambalúa Teatro tampoco faltó a la cita, sus originales luciérnagas marcaron el camino de la carroza de la Peña Colón y sus minions.

Los encargados de cerrar la cabalgata fueron los duendes carboneros de Ronco Teatro quienes, en su enorme libro, llevaban apuntados los nombres de aquellos que este año no se han portado muy bien.Al balcónUna vez hubo terminado la Cabalgata, los Danzantes dieron dieron paso a sus Majestades quienes se aproximaron al portal de Belén, situado frente a la Diputación, para dejar al Niño Jesús, oro, incienso y mirra. Después de haber dejado los presentes, sus Majestades subieron al balcón del Teatro Principal para realizar sus discursos.

El primero fue Melchor quien aseguró que «todos lo niños están ya impacientes porque se hagan realidad sus deseos». El Mago aseveró que «casi todos los niños de Burgos se han portado bien este año».- Más información en edición impresa

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